¿Cuántos litros de agua cuesta cada consulta que se hace en ChatGPT?

La IA responde por qué pedir imágenes editadas conlleva más gasto del vital líquido

El funcionamiento de procesadores de búsqueda requiere altas cantidades de agua.
El funcionamiento de procesadores de búsqueda requiere altas cantidades de agua.

El uso de inteligencia artificial (IA), como ChatGPT, tiene un impacto medioambiental que muchas veces pasa desapercibido. Uno de los recursos más afectados por la operativa de estos sistemas es el agua, un factor que entra en juego de manera indirecta pero significativa debido a los procesos que requieren gran cantidad de energía.

A continuación, conoce cuántos litros de agua cuesta cada consulta que se hace en ChatGPT, por qué pedir imágenes editadas implica un mayor gasto de agua y algunas recomendaciones sobre cómo reducir ese consumo.

RELACIÓN AGUA - IA 

La relación entre el consumo de agua y el uso de IA está vinculada principalmente a la energía necesaria para mantener y operar los servidores que ejecutan estos sistemas. El entrenamiento y la implementación de modelos de lenguaje como ChatGPT requieren centros de datos gigantescos, que dependen de procesos de refrigeración para evitar que los servidores se sobrecalienten.

Este proceso de refrigeración, a menudo, utiliza grandes cantidades de agua para enfriar los equipos. Por cada consulta que se realiza a un modelo como ChatGPT, se consume una pequeña porción de energía y, en consecuencia, una parte del agua utilizada en la refrigeración de los servidores.

Estudios sugieren que el costo promedio en agua de una consulta estándar puede variar, pero se estima que una sola consulta a ChatGPT podría consumir menos de 0.1 litros de agua. Sin embargo, este número puede incrementarse dependiendo de factores como la complejidad de la consulta y la carga de trabajo de los servidores en ese momento.

imagen-cuerpo

¿POR QUÉ PEDIR IMÁGENES EDITADAS GENERA MÁS GASTO?

El pedir imágenes editadas, ya sea a través de una IA que genera gráficos o manipula imágenes existentes, implica un gasto mayor de recursos, especialmente de energía y agua.

Esto se debe a que los modelos de generación de imágenes (como los basados en redes neuronales generativas adversariales o GAN) son más complejos en su operación. El proceso de entrenamiento y ejecución de estos modelos requiere más potencia de procesamiento y, por ende, más recursos energéticos.

Como resultado, las imágenes editadas o generadas requieren mayores capacidades de computación, lo que aumenta la demanda de los centros de datos y, a su vez, el uso de agua para la refrigeración de estos sistemas.

En términos simples, procesar una consulta con generación de imágenes puede significar un consumo de agua de hasta varias veces más que una consulta de texto convencional.

imagen-cuerpo

RECOMENDACIONES PARA AHORRAR AGUA AL UTILIZAR IA

Aunque el impacto de cada consulta de IA en el consumo de agua es relativamente pequeño, existen algunas estrategias para reducir el uso de este recurso:

  • Optimiza las consultas: Evita realizar consultas repetitivas o innecesarias. Si la información ya ha sido solicitada, es más eficiente no repetir la consulta, reduciendo así el gasto en energía y agua asociado.
  • Solicita solo lo necesario: Cuando pides imágenes, especifica de forma clara lo que necesitas para evitar ediciones innecesarias. Cuanto más simple y directa sea la petición, menos procesamiento será necesario.
  • Aprovecha los servicios de bajo impacto: Busca servicios de IA que empleen métodos de optimización energética o que usen refrigeración sostenible, como la que se realiza con energías renovables o el reciclaje de agua.
  • Conciencia ambiental: Fomentar una mayor conciencia sobre el impacto ambiental de la IA puede llevar a la creación de tecnologías más eficientes en cuanto a consumo de agua y energía.