Sonora

¿Cómo llegaron los dogos a Sonora?

Este icónico platillo no siempre formó parte de la cultura sonorense, sin embargo, actualmente es una de las comidas callejeras más emblemáticas

¿Cómo llegaron los dogos a Sonora?

La identidad culinaria de Sonora está profundamente ligada a su famosa comida callejera, particularmente a los dogos, una versión reinventada del hot dog estadounidense que ha conquistado paladares tanto locales como internacionales.

Sin embargo, este icónico platillo no siempre formó parte de la cultura sonorense; su historia se remonta a la década de 1940 y ha evolucionado gradualmente hasta convertirse en un emblema gastronómico

LOS PRIMEROS DOGOS EN SONORA 

La introducción del hot dog se atribuye a Don Cipriano Lucero, un sonorense que, tras servir como sargento en la cocina militar durante la Segunda Guerra Mundial, regresó en 1945 a su ciudad natal Hermosillo con la idea de traer la comida estadounidense que había conocido en California.

Junto a su esposa, Luz Celia Ajá, inauguró en 1947 el Café Kiki en la capital sonorense, donde comenzaron a vender hot dogs al estilo estadounidense, conocidos como chili-dogs, acompañados de catsup, mostaza y frijoles con chile.

Sin embargo, uno de los cambios más significativos surgió por necesidad: al no encontrar pan similar al usado en Estados Unidos, Don Cipriano encargó a la panadería local La Convencedora un pan especial, más largo y consistente, que sentaría las bases del pan doguero que distingue al dogo sonorense.

LA EVOLUCIÓN DEL DOGO 

Con el tiempo, los hot dogs pasaron de los restaurantes a las carretas callejeras, ganando popularidad gracias a su precio accesible y su versatilidad. Durante la década de 1980, la plaza Emiliana de Zubeldía, frente a la Universidad de Sonora, se convirtió en un punto clave para la competencia entre vendedores, quienes comenzaron a innovar con nuevos ingredientes. 

Lechuga, tomate, cebolla caramelizada, aguacate, champiñones, frijoles y tocino son solo algunos de los elementos que se sumaron a la receta básica, dando lugar a un platillo cargado de sabor y creatividad.

Incluso surgieron adiciones más atrevidas, como las "momias" (salchichas envueltas en tortilla de harina y tocino) y guarniciones como papas trituradas o salsas únicas, haciendo del dogo una experiencia única. 

Cabe destacar que alrededor de los dogos existe un debate muy fuerte en distintas ciudades de Sonora como Hermosillo y Ciudad Obregón sobre cuál es la mejor preparación, pues la variación entre ingredientes de una región establece una encrucijada y ha generado acaloradas discusiones entre los mismos sonorenses.

EL DOGO SONORENSE ALREDEDOR DEL MUNDO 

Gracias a la migración y el intercambio cultural, el dogo sonorense ha cruzado fronteras, conquistando ciudades del extranjero, especialmente en Estados Unidos, donde los Sonoran hot-dogs son cada vez más populares.

El éxito de los dogos sonorenses radica en su abundancia y en la capacidad de los dogueros para adaptarlo a los gustos de sus clientes. Hoy en día, el dogo no solo es un símbolo gastronómico de Sonora, sino una representación de la creatividad y el ingenio mexicano, un platillo que une tradición e innovación en cada mordida.

¿Cuáles consideras que son los mejores dogos de Sonora?