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Sonora

Tortillas de harina: ¿Son originarias del estado de Sonora?

La historia de las tortillas de harina en el noroeste de México se remonta a la llegada del trigo a estas tierras

Tortillas de harina: ¿Son originarias del estado de Sonora?

Las tortillas de maíz han sido durante siglos el pilar fundamental de la gastronomía mexicana, arraigadas en la cultura mesoamericana y presentes en la dieta diaria de sus habitantes.

Sin embargo, en el noroeste de México, un cambio sutil pero significativo ha marcado la diferencia: las tortillas se preparan con harina de trigo en lugar de maíz. Esta distinción culinaria tiene sus raíces en un pasado histórico marcado por la influencia europea y la adaptación a las condiciones locales.

SON ORIGINARIAS DE ESPAÑA

La historia de las tortillas de harina en el noroeste de México se remonta a la llegada del trigo a estas tierras, un evento que ocurrió entre 1521 y 1523.

Los españoles, al llegar a lo que ahora es México, no adoptaron de inmediato la tradición de la tortilla de maíz, preferida por los nativos, sino que optaron por adaptar su pan europeo a la preparación de tortillas de harina.

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Este proceso, utilizando la técnica de preparación de la tortilla de maíz pero con ingredientes de pan europeo, dio lugar a las tortillas de harina, inicialmente reservadas para los españoles.

La preferencia por el trigo por parte de los conquistadores se vio favorecida por las condiciones geográficas del noroeste, que permitían una mayor disponibilidad de este cereal en comparación con otras regiones del país.

SON IDEALES PARA EL NOROESTE DEL PAÍS

A diferencia de las tortillas de maíz, que requieren un proceso de nixtamalización, las tortillas de harina se preparan con harina de trigo, manteca, sal, agua y, en ocasiones, polvo para hornear.

Esta combinación de ingredientes proporciona a las tortillas de harina una elasticidad que las hace ideales para ser rellenadas con una variedad de guisos, convirtiéndolas en un elemento versátil que se puede consumir en cualquier momento del día.

La resistencia de las tortillas de harina a las altas temperaturas del ambiente las hace especialmente apreciadas en el noroeste, donde el ritmo de vida demanda alimentos duraderos y versátiles.