NAVOJOA. Museo de Tehuelibampo, un tesoro arqueológico por conocer

El lugar cuenta con el Pozo de Encantamiento, una leyenda local que promete claridad de la mente y una experiencia de aprendizaje

Por: Javier Vázquez

El pueblo de Tehuelibampo es uno de los tesoros escondidos de México, una joya que combina la belleza natural con la historia antigua de los pueblos indígenas de la región.

El sitio arqueológico y eco-museo está ubicado en una extensión de 25 acres de tierra cerca del río Mayo, en la región noreste de Navojoa.

El museo es en sí, un edificio impresionante construido con piedras nativas que se integra perfectamente en la colina de terrazas de roca que lo rodea.

El interior está decorado con hermosos murales tanto en las paredes como en el techo que representan el antiguo arte de la pared de la cueva y símbolos tallados en petroglifos que se encuentran en rocas alrededor del área.

Este lugar fue descubierto por el navojoense Lombardo Ríos, en 1981 y desde entonces ha sido un lugar de gran interés para los arqueólogos y turistas.

El descubrimiento de un total de 89 grabados por Ríos, fue un hito en la historia de la región, pero la gente del lugar ya sabía de la existencia del sitio.

Su hallazgo, permitió que la cultura de los antepasados de la región fuera conocida a nivel mundial.

Detrás del museo se encuentra un sendero natural a través de una zona boscosa, donde se pueden escuchar los sonidos de una amplia variedad de aves nativas de la región o apreciarlas en su ruta semestral migratoria.

El camino conduce a una abertura entre dos grandes paredes de roca, donde se camina de regreso a la historia antigua, observando la variedad de más de 100 petroglifos de arte rupestre tallados en las paredes laterales de la roca, hace aproximadamente 2.500 y 3.000 años por los pueblos proto-mayas.

La caminata a lo largo del barranco termina en el Pozo de Encantamiento, una leyenda local que promete claridad de la mente y una experiencia de aprendizaje personal, si la persona pasa tres noches en el pozo.

Este lugar es mágico, combina la belleza natural del Río Mayo con la cultura y la historia de los pueblos indígenas de la región.

El acceso al museo es posible en bote de remos, ya que es guiado por un cable al muelle del museo y desde hace tiempo ya se puede ingresar a pie.

El sitio es atendido por personal capacitado en turismo y Arqueología, quienes ofrecen interesante información sobre la cultura y la historia de la región.

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