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Sonora

Luis muere como padre y como héroe

El hombre, junto con su esposa, que falleció asfixiada por el humo, antes de que las llamas lo envolvieran puso a salvo a sus hijas

Luis muere como padre y como héroe

La tragedia enlutó un domicilio del fraccionamiento Aeropuerto, ubicado al oriente de Navojoa, pues un matrimonio perdió la vida luego de que su casa se quemara provocado por una veladora.

De lo que estaba pasando se percató un vecino a través de las videocámaras instaladas en su casa: la vivienda marcada con el número 729, salía humo, lumbre y se escuchaban gritos desesperados.

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Se trataba de Luis, quien al escuchar los llantos y chillidos de sus dos hijas por el incendio ocurrido la madrugada del sábado, se despertó para ver qué sucedía en casa, relató Alejandra Caudillo, una de las vecinas de la familia.

Asegura que su vecino, al percatarse del incendio, realizó varias llamadas a familiares y al número de emergencias 911 para que los auxiliaran.

Finalmente, dijo, alrededor de las 5.03 de la mañana, llegó un hermano de la víctima para ayudarlo a poner a salvo a las niñas de 17 y 13 años de edad, respectivamente.

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Sin embargo, Luis no pudo rescatar a su esposa Claudia, ya que falleció dormida por asfixia de humo.

“Lo que contaron las niñas a las autoridades de Seguridad Pública y Bomberos es que su papá estaba con vida, ayudó para sacarlas del cuarto y al querer rescatar a su esposa, está ya se encontraba sin vida”, aseguró.

La mujer señala que Luis vivió momentos de desesperación, porque trató de sufocar el fuego con poca agua: “al entrar al cuarto para rescatar a su esposa, le cayó lumbre del techo, ya que el material es de plafón”.

Relató que sus vecinos acababan de llegar del trabajo la noche del viernes y, de acuerdo a lo comentado por sus dos hijas, dejaron una veladora encendida cerca del sillón, en donde tenían un altar a San Judas Tadeo.

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La tragedia ocurrió las primeras horas del sábado en calle Lima y Tango, donde en el aire aún se podía percibir el olor a quemado.

En el lugar, además, permanecía una cita color rojo en el área perimetral de la casa, unas veladoras encendidas y un perrito amarrado con una cadena en una de las ventanas.

Los vecinos aseguran que Luis y Claudia eran un matrimonio muy trabajador, excelentes vecinos y ejemplares padres que, hasta sus últimos días de vida, lo dieron todo por sus tres hijas, pues otra de ellas afortunadamente se encontraba con familiares.

Los restos de la pareja fueron sepultados en el panteón de la comunidad de Camoa, de donde Claudia era originaria.