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Sonora

La Luna de octubre es igual de atractiva que a la de los otros meses del año: astrónomo; ¡se derriba el mito!

El astrónomo Alfredo Manríquez explicó las posibles razones por las que se cree que el satélite natural de la Tierra luce mejor durante este mes
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El astrónomo Alfredo Manríquez explicó las posibles razones por las que se cree que el satélite natural de la Tierra luce mejor durante este mes


“De las lunas, la de octubre es más hermosa, porque en ella se refleja la quietud”, dice una de las estrofas de la canción del compositor José Antonio Michel, interpretada por Pedro Infante.

Pero la ciencia y los científicos que estudian la Astronomía tienen otros datos… y son verificables y comprobables al 100 por ciento, con lo que se derrumba el mito de este décimo mes del año.

Alfredo Manríquez Rangel, astrónomo dedicado a hacer comunicación de la ciencia y actual encargado del observatorio del Centro Ecológico de Sonora, y el fotógrafo Érick Abraham Aguirre Domínguez, tienen las evidencias y conocimientos que demuestran que la Luna, tal como muchos la aprecian en octubre, ofrece el mismo atractivo visual cualquiera de los otros 11 meses del año.

“No hay evidencia de que sea octubre la temporada del año en la que la Luna tenga más brillo o mayor tamaño visualmente hablando, la realidad de las cosas es que eso es un mito que es fácil entender con algunas explicaciones científicas”, indicó Manríquez Rangel.

Una de esas explicaciones, detalló, es de que en octubre generalmente ya pasó la temporada de lluvias que hace que el cielo esté despejado de nubes y que las precipitaciones de los meses previos, de alguna manera “limpian” de contaminación el cielo visible.

“Obviamente que eso genera mejores condiciones de observación a simple vista y la percepción de la gente es que está viendo una Luna mucho más brillante y más grande, pero la realidad es que es la misma luna, claro, con condiciones diferentes de apreciación”, puntualizó.

A una distancia que oscila entre los 300 mil a 350 mil kilómetros de la tierra y con masa equivalente al 1.2 por ciento del tamaño del planeta Tierra, la Luna tiene una variación de hasta un 30 por ciento en su luminosidad que refleja, dependiendo de la posición natural por los movimientos de rotación y traslación que hay cuando se acorta la distancia entre el satélite y la Tierra, lo que ocurre dos veces al año.

El astrónomo indicó que hay lo que se conoce como “Super Luna”, que ocurre cuando se encuentra en el punto más cercano a la Tierra, lo que ocurre dos veces al año.

EVIDENCIA GRÁFICA

Además de las evidencias científicas que están plenamente documentadas por los astrónomos, hay pruebas gráficas captadas por el fotógrafo aficionado Érick Abraham Aguirre Domínguez, quien desde el año 2016 empezó con este gusto.

En estos nueve años ha documentado con su cámara Sony Alfa 3500 y un lente de 18-50 mm. imágenes de postal de la Luna en diversas épocas del año.

Con ese modesto equipo pero con una gran dedicación, sus registros gráficos muestran también imágenes de la vía láctea que parecen tomadas con alta tecnología.

El resultado es que la Luna, muestra una belleza natural lo mismo en octubre que en junio o en enero y en cualquiera de los 12 meses del año, siempre y cuando las condiciones atmosféricas no sean adversas por lluvia, nublados o contaminación.

Aguirre Domínguez comentó que lleva años haciendo de la Luna su modelo fotográfico favorito y gracias a esa labor, aporta la evidencia de que no solo en octubre es un verdadero espectáculo visual apreciar el satélite del que dependen muchas cosas para el desarrollo de la vida terrestre.

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UNA RELACIÓN FUNDAMENTAL PARA LA VIDA EN LA TIERRA

Sobre este aspecto, el astrónomo Manríquez Rangel enlistó una serie de ventajas que hay para la Tierra y los millones de seres vivos, el tener a la Luna como satélite.

“Son muchas cosas en las que beneficia la Luna a la Tierra, quizá una de las más importantes es que funciona como escudo protector que impide el impacto de quizá miles de asteroides que son atraídos y se impactan en su superficie y que de no ser así, la Tierra sufriría un bombardeo indeterminado de esas rocas espaciales".

“Otra función primordial es que el efecto gravitacional de la Luna contribuye junto a otros factores como el viento, a la generación de las mareas que es lo que permite que los mares tengan su movimiento de aguas y al no estar estancada, ayuda a la vida marina”, indicó.

AFECTACIONES DE NO TENER A LA LUNA 

De no tener a la Luna como satélite, aseguró, habría otras condiciones con efectos drásticos que quizá no harían posible la vida como la conocemos.

Otros ejemplos de las afectaciones que habría, abundó, es en los ciclos de sueño y descanso de las personas y animales, los ciclos de cacería, la migración de especies entre muchos otros efectos.

“Las condiciones físicas que genera la Luna ayudaron a que se desarrolle la vida humana como la conocemos y como la tenemos, se ha establecido que gracias a eso, la Tierra es de los planetas donde se pudo desarrollar la vida entre millones de cuerpos que hay en el Universo”, manifestó.

La realidad es que es tan inmenso el espacio, que no se puede descartar que en algún punto o en varios, haya condiciones similares a las que hay en la Tierra, de ahí la importancia de la Astronomía y de las exploraciones que se hacen con naves que apenas inician un recorrido en una muy mínima parte del universo.