El funeral del Papa Francisco se llevó a cabo a las 10 de la mañana y con la presencia de los más altos líderes religiosos y políticos del mundo. Jorge Mario Bergoglio recibió el adiós de aproximadamente 250 mil personas en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.
Entre los presentes se encontraban al menos 50 jefes de Estado, así como personas de la realeza que hicieron aparición en el corazón del Vaticano para despedirse del Sumo Pontífice.
DONALD TRUMP Y ZELENSKI SE REÚNEN EN LA BASÍLICA DE SAN PEDRO
Hicieron acto de presencia en la ceremonia delegaciones de 148 países, así como territorios, además de 50 jefes de Estado y de Gobierno.
Sumado a esto, múltiples representantes de casas reales también se sumaron al último adiós del papa Francisco.
Uno de los líderes mundiales que hicieron acto de presencia fue el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el cual está viviendo momentos de tensión por la guerra entre Rusia y Ucrania, la cual no ha cesado después de tres años de conflictos.
A pesar de los esfuerzos de Donald Trump de fungir un rol de mediador, este no ha tenido éxito; sin embargo, durante la ceremonia del Papa y aprovechando la presencia de ambos líderes, Volodímir Zelenski (líder de Ucrania) y el presidente Donald Trump (de Estados Unidos) se reunieron momentos antes del funeral en la Basílica de San Pedro.
Lo interesante es que la reunión ocurrió a pocas horas después de que el enviado de la Casa Blanca, Steve Witkoff, se reuniera con Vladímir Putin (líder de Rusia) en Moscú.

¿CÓMO FUE LA CEREMONIA?
El Papa fue despedido con una ceremonia que pasará a la historia, con simbolismos acordes a la impronta de Francisco, dado que él mismo declaró en incontables ocasiones que deseaba ser sepultado en una ceremonia más amena, pequeña y humilde, ya que en su opinión personal, los funerales de sus antecesores le parecían muy "pomposos".
El Papa Francisco era amado y respetado por buscar la ayuda entre los pobres y luchar por los derechos de los homosexuales y por su increíble sencillez, estando completamente alejado de las excentricidades de la Iglesia.
Una de las escenas más destacadas de la ceremonia ocurrió cuando un grupo de personas conformadas por transexuales, presos, mendigos y migrantes acompañaron la llegada del féretro del Papa a la Basílica que eligió para ser enterrado.