Trastornos alimentarios en hombres: un tema en aumento según expertos de la UNAM
Romper estigmas y hablar abiertamente sobre estos trastornos es fundamental para avanzar en su prevención y tratamiento
En el marco del Día Internacional de la Lucha contra los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), que se conmemora el 30 de noviembre, el académico José Eduardo Otáñez Ludick, de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM, destacó el aumento en la incidencia de estos padecimientos en hombres.
La información proviene de un boletín del portal de ciencia de la UNAM y enfatiza cómo los cambios sociales y culturales han permitido una mayor visibilidad y diagnóstico en este sector de la población.
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Otáñez Ludick explicó que, históricamente, se consideraba que los hombres no sufrían trastornos alimentarios, lo cual dificultaba su diagnóstico. Sin embargo, a partir de 2017, este panorama ha comenzado a cambiar gracias a los movimientos sociales y a una mayor conciencia sobre la salud mental.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las tasas de nuevos casos de El especialista señaló que estados como Chihuahua y Guanajuato presentan las cifras más altas, con tasas de 5.73 y 4.45, respectivamente, mientras que Querétaro y Durango registran las más bajas.
Asimismo, subrayó la importancia de contar con datos posteriores a la pandemia para analizar el impacto de la emergencia sanitaria en la salud mental y los hábitos alimentarios.
CUIDADO CON CONDUCTAS ALIMENTARIAS DE RIESGO
Los TCA, como anorexia y bulimia, son padecimientos complejos que afectan principalmente a adolescentes, aunque pueden presentarse en cualquier edad. Otáñez Ludick también alertó sobre las conductas alimentarias de riesgo (CAR), como el ayuno prolongado, la obsesión por el conteo calórico o el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, que podrían ser señales tempranas de un problema más grave.
"Romper estigmas y hablar abiertamente sobre estos trastornos es fundamental para avanzar en su prevención y tratamiento", concluyó el académico, destacando que la delgadez no siempre es sinónimo de salud y que los extremos, en cualquier contexto, son perjudiciales.
