Delfines dan positivo a fentanilo en el Golfo de México
El lugar donde se encontró al primer delfín coincide con la región donde ocurrió la mayor incautación de fentanilo líquido en la historia de EE.UU.
Un reciente estudio de la Universidad de Texas ha revelado que docenas de delfines en el Golfo de México han dado positivo a fentanilo y otras drogas, lo que representa una preocupante amenaza para el ecosistema marino.
Esta investigación, que inició en 2020, analizó 89 delfines, tanto vivos como muertos, de los cuales 30 presentaron rastros de sustancias como fentanilo, carisoprodol y meprobamato.
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UN HALLAZGO INESPERADO
El estudio comenzó tras un monitoreo rutinario de poblaciones de delfines, cuando un ejemplar muerto fue encontrado flotando en aguas cercanas al Golfo. El animal, que aún mostraba signos de movimiento al ser recuperado, fue remitido para análisis.
Años después, la doctora Dara Orbach, coautora del estudio y profesora asistente del programa de biología marina de la Universidad Texas A&M-Corpus Christi, solicitó tejido del delfín para estudiar hormonas, descubriendo en el proceso componentes químicos alarmantes.
Los resultados del análisis revelaron que estas sustancias químicas han estado presentes en las vías fluviales del Golfo desde al menos 2013. Las posibles fuentes de contaminación incluyen residuos humanos, agua contaminada por descargas de embarcaciones traficantes y derrames accidentales.
Una conexión preocupante señala que el lugar donde se encontró al primer delfín coincide con la región donde ocurrió la mayor incautación de fentanilo líquido en la historia de Estados Unidos, en 2023.
ESTRÉS ACUMULATIVO EN LA FAUNA MARINA
Aunque las concentraciones detectadas fueron bajas, estas drogas se suman a otros factores de estrés que enfrentan los animales marinos, como el ruido constante por el tráfico marítimo, derrames de petróleo, proliferación de algas y contaminación química. "Cuando se acumulan demasiados factores, los animales se vuelven extremadamente vulnerables", afirmó Orbach.
Este descubrimiento pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar la contaminación de los ecosistemas marinos y proteger a las especies afectadas, especialmente en áreas cercanas a rutas de tráfico de sustancias ilegales.