El reemplazo de 13 palmeras secas por especies que son endémicas de la región inició ayer en el camellón que se encuentra ubicado sobre la calle Náinari, en su cruce con la Tácale. La Dirección de Gestión Ambiental para el Desarrollo Sustentable cuenta con un proyecto integral para extender el proyecto a lo largo de 657 metros lineales, de la calle Sahuaripa a la Jalisco.
En la zona se pueden observar los pedazos de algunas palmas que ya fueron tumbadas, en cuyo lugar fueron colocadas otras especies, que son más adecuadas en relación a las condiciones del clima.

El resto de las palmeras, que aún se encuentran saludables, no serán retiradas aún a pesar de no ser endémicas, pues las autoridades esperarán a que se sequen y entonces serán sustituidas.
"Si bien nosotros estamos optando por especies regionales, lo que ya está puesto hay que respetarse, no porque sea una especie introducida hay que quitarla", explicó el titular de la dependencia, Juan Carlos Gil Núñez.
Recordó que en el municipio de Cajeme se aplican sanciones en caso de que se detecte tala inmoderada de árboles, por lo que el llamado a la sociedad civil es a que evite recurrir a este tipo de prácticas, que dañan al medio ambiente y dan una mala imagen a la ciudad.
Cuando la Dirección de Gestión Ambiental para el Desarrollo Sustentable otorga algún permiso de tala, primero se lleva a cabo una inspección para verificar que la especie que se retirará se encuentre enferma o seca, además de que se pide a las personas reforestar, dijo.
"Cuando hacemos un dictamen, nosotros vemos si el árbol está enfermo, si ya cumplió su ciclo de vida, cuando se da un permiso de tala se pide que se reforeste la zona afectada, la Ley de Ingresos marca una multa de 40 UMAS por árbol talado de especie introducida, y 80 por tala de árbol regional. Esto debido a que tarda mucho el desarrollo de algunas especies y están protegidas", dio a conocer.