Luego de la tremenda trifulca registrada en el palenque de la Feria del Caballo, que se desarolla en Texcoco, Estado de México, donde furiosos asistentes al concierto de Luis R. Conriquez destrozaron los instrumentos porque este se negó a cantar narcocorridos, el evento de nuevo está en el ojo público.
Sin embargo, esta ocasión no fue por desmanes durante la feria, sino por un bochornoso incidente que afectó a los trabajadores de un sitio donde se venden bebidas embriagantes.
Como si la pobreza lo fuera a alcanzar, un desvergonzado sujeto, quizá actuando bajo los influjos del alcohol, tomó el bote donde los clientes echan las propinas y se lo llevó, ante la mirada de sus acompañantes.
El tipo intentó una vez tomar el recipiente, pero no lo logró, pues la mujer que le acompañaba le reprochó su actitud, por lo que, contra su voluntad, devolvió el bote a la mesa y se levantó del lugar.
EL SEGUNDO INTENTO
Sin embargo, el ladrón completó su faena con ayuda de un cómplice, otro tipo que parecía no estar relacionado con la pareja, tomó el bote y lo ocultó entre sus prendas para pasárselo al ladrón de chamarra negra.
Este lo tomó y ocultó entre sus ropas concretando así el robo y afectación a los trabajadores del lugar.
Pese a que se difundió el rostro del sujeto, nadie hasta el momento ha sido detenido; además, se desconoce su se interpuso denuncia de robo por parte de los afectados.
Finalmente, el tipo no se dio cuenta que un ojo electrónico grabó todos sus movimientos y su rostro, por lo que el video que fue compartido en redes. Así, el tipo está más que "quemado", dejándolo en evidencia.