¿Cuánto cuestan las mascarillas de arcilla y por qué son buenas para la piel?

Esta promete limpiar profundamente, reducir el exceso de grasa y dejar una sensación de frescura que muchos usuarios valoran

¿Cuánto cuestan las mascarillas de arcilla y por qué son buenas para la piel?

Las mascarillas de arcilla se han convertido en un producto estrella dentro del cuidado de la piel, y no es difícil entender por qué.

Este tipo de mascarilla promete limpiar profundamente, reducir el exceso de grasa y dejar una sensación de frescura que muchos usuarios valoran. Pero, ¿cuánto cuesta una mascarilla de arcilla y qué beneficios reales ofrece?

BENEFICIOS REALES DE LAS MASCARILLAS DE ARCILLA

Las mascarillas de arcilla son conocidas por su capacidad para absorber impurezas y exceso de sebo, lo cual las hace ideales para pieles mixtas o grasas. Además, ayudan a minimizar la apariencia de los poros y a mejorar la textura de la piel con el uso continuo.

Algunos tipos de arcilla, como la bentonita o la arcilla verde, incluso tienen propiedades calmantes y desintoxicantes que ayudan a reducir rojeces o pequeñas inflamaciones.

No se trata solo de una moda en redes sociales. Quienes las han probado coinciden en que, al usarlas una o dos veces por semana, la piel luce más limpia, menos brillante y con un tono más uniforme. Es un pequeño ritual de autocuidado que muchas personas han adoptado en su rutina.

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¿CUÁNTO CUESTAN LAS MASCARILLAS DE ARCILLA?

El precio de una mascarilla de arcilla puede variar bastante dependiendo de la marca, la presentación y los ingredientes añadidos. En tiendas físicas y en línea, se pueden encontrar opciones desde los 60 hasta los 500 pesos mexicanos.

Las más accesibles suelen ser en polvo, para mezclar con agua o vinagre de manzana, mientras que las versiones listas para usar tienden a ser un poco más costosas, sobre todo si incluyen ingredientes como ácido hialurónico, carbón activado o extractos botánicos.

Marcas nacionales e internacionales ofrecen una amplia gama de productos, desde opciones básicas para limpiar el rostro, hasta fórmulas más elaboradas que también hidratan o exfolian.