Nunca se imaginó que llevar a pasear a sus dos hijas, una de tres meses y otra de seis años al Río Mayo el pasado domingo se iba a convertir en una pesadilla para él y su familia.
Luis Ángel, un joven de 23 años asegura que al conducir su vehículo tres policías municipales lo detuvieron presuntamente por traer aliento alcohólico.
"Estos agentes preventivos nos dijeron que no podíamos estar en el río, por protocolos sanitarios, pero cuando salimos llegó una patrulla para detenerme por traer aliento alcohólico", explicó.
Admitió que en casa había tomado unos botes de cerveza, sin embargo, nunca pudieron demostrar que manejaba en estado de ebriedad, pues no le realizaron el alcoholímetro.
"De ahí no los pude sacar a los policías, en la Comandancia me levantaron un reporte que manejaba en estado de ebriedad, pero eso no es cierto, porque nunca me hicieron el alcoholímetro, además, un agente condujo el automóvil hasta Seguridad Pública, cosa que no pueden hacer", denunció.
Aseguró que tuvo que sacar un credivale en una empresa para poder pagar 800 pesos del servicio de la grúa que trasladó el vehículo de Seguridad Pública al corralón y 2 mil pesos de multa.
"Todavía me pedían cinco mil pesos de la multa sin haber estado tomando, solo porque traía aliento alcohólico, esto que hicieron es una injusticia, porque todavía mi hija de seis años se asustó cuando nos llevaban a barandilla", lamentó.
Comentó que la tarde del domingo había más personas que se encontraban en el área recreativa del Río Mayo a las que invitaron a retirarse, pero muchos se negaron.
El joven aseguró que había otros motivos para detenerlo, pues el vehículo no portaba placas y los policías nunca le solicitaron la licencia de conducir y los documentos.