Este pueblo de Sonora es conocido como "La axila de México"; te decimos por qué
Entre el mar de Cortés y el desierto de Sonora, se ubica este lugar, con hermosas playas de arena dorada. Aquí te contamos qué lo hace tan especial
Ubicado en el corazón de Sonora, entre el desierto y el Mar de Cortés, se encuentra un pequeño, pero fascinante pueblo pesquero que se ha ganado el apodo de "La axila de México".
Este poblado pesquero es el Golfo de Santa Clara, en el municipio de San Luis Río Colorado, Sonora, mismo que fue fundado en 1966 y fue habitado inicialmente por pescadores provenientes de diversas partes de México, así como de países tan lejanos como Alemania y China, que llegaban al lugar por la abundancia de totoaba, un pez de gran tamaño y valor en el mercado asiático, que prosperaba en las aguas cercanas a la costa
Podría interesarte: Los mejores lugares de Sonora para ver nieve y pasar un invierno inolvidable
¿POR QUÉ EL GOLFO DE SANTA CLARA ES CONOCIDO COMO "LA AXILA DE MÉXICO"?
Pero, te preguntarás por qué este poblado es conocido con este singular mote de "La axila" de México". El apodo de este pequeño pueblo proviene de su ubicación geográfica, ya que el Golfo de Santa Clara se encuentra en la esquina donde comienza la península de Baja California, en el extremo norte del Mar de Cortés. Si imaginamos la península como "el brazo de México", el Golfo de Santa Clara y el delta del Río Colorado serían "la axila".
AVENTURA Y NATURALEZA EN EL CORAZÓN DEL DESIERTO
A pesar de ser un pueblo pequeño, con aproximadamente 4 mil 618 habitantes según el censo de 2020, el Golfo de Santa Clara ha logrado atraer a viajeros por su singularidad y su ubicación privilegiada.
Se destaca por su singular combinación de hermosas playas de arenas doradas y el desierto cercano, ideal para quienes buscan aventura. Gracias a su clima cálido, las playas atraen a numerosos turistas durante todo el año. Aunque no cuenta con grandes resorts de lujo, ofrece una variedad de opciones de hospedaje con todos los servicios necesarios.
Además de su atractivo histórico y cultural, el pueblo es un punto de partida ideal para explorar la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, un vasto espacio natural rico en biodiversidad, hogar de especies como la ballena azul y el lobo marino.
Los visitantes pueden realizar recorridos guiados para el avistamiento de fauna, siempre bajo la supervisión de guías certificados, y disfrutar de paisajes desérticos que combinan el desierto y el mar en un espectáculo visual único.
En las cercanías del Golfo de Santa Clara, los aventureros pueden disfrutar de una variedad de actividades al aire libre, como paseos a caballo, sandboarding, paseos en vehículos todo terreno, y recorridos en lancha o en "banana".
Además, la zona ofrece varios atractivos turísticos, como un conjunto de refugios antiguos a nueve kilómetros del pueblo, el mirador del delta del Río Colorado, y El Columpio, un cañón seco que ofrece vistas impresionantes del desierto.
Golfo de Santa Clara. Foto: Javier Hernández.
El Columpio. Foto: Ramón León/Fotoperiodista.
En cuanto a la gastronomía, el mar es la principal protagonista: almejas frescas, pulpo, calamar, mejillones y ostiones son solo algunas de las delicias locales.
CÓMO LLEGAR AL GOLFO DE SANTA CLARA
Visitar el Golfo de Santa Clara es una experiencia que puede comenzar en Puerto Peñasco, desde donde se toma la carretera estatal número 3, un recorrido que toma aproximadamente una hora y media en coche. También es posible llegar en autobús desde diversas ciudades cercanas. Para quienes viajan en avión, el aeropuerto más cercano está en Mexicali, desde donde se puede tomar un autobús hacia San Luis Río Colorado y luego continuar por carretera hasta el Golfo de Santa Clara.
El Golfo de Santa Clara tiene una rica diversidad de Fauna. Foto: El Golfo de Santa Clara Oficial.
UN DESTINO ÚNICO
El Golfo de Santa Clara, con su mezcla de historia, naturaleza y aventura, es un destino turístico que, aunque pequeño, ofrece experiencias inigualables.
Desde su apodo pintoresco hasta sus paisajes y actividades al aire libre, este pueblo sonorense es un ejemplo de cómo una ubicación geográfica única puede convertirse en un atractivo turístico que destaca entre los demás.
Sin duda, un lugar digno de ser visitado por aquellos que buscan una experiencia auténtica en el corazón del desierto y el mar.