La sequía que azota a Sonora continúa encendiendo focos rojos en el sector agrícola y entre las autoridades estatales, ya que las presas de la cuenca del Río Yaqui consideradas una de las principales fuentes de agua para el sur de la entidad registran niveles de almacenamiento alarmantemente bajos.
Pese a las lluvias recientes, los volúmenes siguen sin ser suficientes para revertir el déficit hídrico que se arrastra desde meses atrás y que amenaza con impactar los próximos ciclos agrícolas.
Al corte del lunes 1 de septiembre, el volumen conjunto de los embalses Angostura, Novillo y Oviáchic fue de 1,304.5 millones de metros cúbicos (Mm³).
NIVEL DE PRESAS DE LA CUENCA DEL RÍO YAQUI
De acuerdo con el reporte más reciente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), emitido este miércoles 3 de septiembre, el volumen conjunto de los embalses Angostura, Novillo y Oviáchic alcanzó apenas 1,325 millones de metros cúbicos (Mm³), lo que representa apenas el 18.9% de su capacidad total.
Aunque esta cifra es ligeramente mayor respecto al mismo periodo del año pasado, en la última semana se registró una disminución de -20.1 Mm³, reflejo directo de la escasez de lluvias constantes en la región.
NIVELES POR PRESA DEL RÍO YAQUI
De acuerdo con el último reporte emitido este miércoles 3 de septiembre, los embalses por presa muestran los siguientes niveles:
- Angostura: almacena 79.1 Mm³, con apenas un 10.4% de llenado. En los últimos días recibió un aporte de 38.28 m³/s y lluvias de 3.4 mm.
- Novillo: concentra 828.8 Mm³, equivalente al 27.4% de su capacidad. Registró precipitaciones de 29 mm y un ingreso de 106.86 m³/s.
- Oviáchic: cuenta con 417.1 Mm³, es decir, un 12.9% de llenado. Sus aportes recientes fueron de 3.64 m³/s y lluvias mínimas de 0.5 mm.
En conjunto, los tres embalses recibieron un aporte de 148.78 m³/s y lluvias de 0.5 mm, un ingreso insuficiente frente a las necesidades de consumo humano, industrial y agrícola que dependen de esta cuenca.
Autoridades y productores advierten que, si la situación persiste, se verán obligados a replantear los planes de riego y a priorizar cultivos, lo que podría generar afectaciones económicas y sociales de gran alcance en el sur de Sonora.