La falta de lluvias y el prolongado periodo de sequía mantienen al sur de Sonora en una situación alarmante. Las principales presas de la cuenca del Río Yaqui Angostura, Novillo y Oviáchic registran niveles de almacenamiento que preocupan tanto a las autoridades como a los productores agrícolas, quienes advierten que el panorama podría empeorar si no se presentan precipitaciones en las próximas semanas.
Al corte del día de ayer, martes 11 de noviembre, el volumen conjunto de las principales presas de la cuenca del Río Yaqui alcanzó apenas 2,508.0 millones de metros cúbicos (Mm³).
NIVEL ACTUAL DE LAS PRESAS DE LA CUENCA DEL RÍO YAQUI
De acuerdo con el más reciente informe de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al corte del martes 11 de noviembre, el volumen conjunto de estos embalses se ubica en 2,505.9 millones de metros cúbicos (Mm³), equivalente a solo 35.8% de su capacidad total.
Aunque la cifra representa una ligera mejoría respecto al mismo periodo del año pasado cuando el sistema almacenaba 1,181.8 Mm³ menos, las autoridades advierten que el incremento sigue siendo insuficiente para garantizar la disponibilidad del recurso en los próximos meses.
ESTADO ACTUAL DE LAS PRESAS DE LA CUENCA DEL RÍO YAQUI
El panorama actual muestra marcados contrastes entre los tres embalses:
- Presa Angostura: Reporta 458.6 Mm³, lo que representa un almacenaje de 60.2%, con un aporte de 1.69 m³/s, sin lluvias recientes.
- Presa Novillo: Alcanza 1,408.2 Mm³, un almacenaje de 46.6%, con un aporte de 29.70 m³/s, también sin precipitaciones.
- Presa Oviáchic: Siendo la más afectada, alcanza apenas 639.1 Mm³, con un almacenamiento de 19.8%, una aportación mínima de 0.54 m³/s y sin registro de lluvias.
En conjunto, las presas reportan un aporte total de 31.93 m³/s, cifra insuficiente para satisfacer la demanda de agua de los municipios del sur sonorense.

Los sectores agrícola, industrial y doméstico dependen directamente de este sistema hídrico, por lo que el bajo nivel de las presas mantiene en alerta a las autoridades locales ante la posibilidad de nuevas restricciones en el uso del agua.
Expertos y productores advierten que, de no presentarse lluvias significativas en las próximas semanas, la crisis podría afectar gravemente los cultivos de invierno, comprometiendo la economía regional y el abasto para consumo humano.




