Sonora

Daños mínimos por tormenta en Navojoa

El sur de Sonora sólo tuvo afectaciones materiales, sin vidas qué lamentar

Daños mínimos por tormenta en Navojoa

Apagones de luz, caída de estructuras, techos, árboles, encharcamientos de calles y hasta daños en un transformador en una Unidad Deportiva originó la tormenta que se registró la noche de este martes en los municipios de Navojoa, Álamos, Etchojoa y Huatabampo.

En la Perla del Mayo la lluvia acompañada de fuertes vientos derribó estructuras y techos como el de Walmart, así como en el fraccionamiento Campestre, al igual provocó afectación en el transformador de la Unidad DeportivaFaustino Félix Serna, pero sin mayores daños en la ciudad.

La tormenta que se originó en la sierra de Chihuahua, norte de Sinaloa y sur de Sonora, que se trasladó hacia la Región del Mayo, dejó en Navojoa una lluvia acumulada de 16.2 milímetros.

Benjamín Mejía Navarro, jefe de Protección Civil en Álamos, informó que en el caso de esta ciudad se registraron daños mínimos, como apagones y caída de árboles, sin mayores contratiempos.

El acumulado en la cabecera municipal fue de 7 milímetros y en algunos otros puntos fue de hasta 12 milímetros.

“Fue una tormenta que se originó en la sierra de Chihuahua, norte de Sinaloa y sur de Sonora, que se trasladó hacia los demás municipios con fuertes vientos, afortunadamente con afectaciones mínimas,” explicó.

Por su parte el jefe de Protección Civil en Etchojoa, Reinaldo Amarillas Meza, informó que el acumulado de ayer fue de 22 milímetros de lluvia.

Dijo que en algunos pueblos hubo apagones de energía eléctrica y uno que otro árbol.

“Si llovió bastante en el municipio, pero afortunadamente no hubo daños mayores ni nada que lamentar. No pasó absolutamente nada en Etchojoa, de hecho, los bomberos no salimos de la base, pues no hubo necesidad,” indicó.

En tanto, en Huatabampo las autoridades de Protección Civil dieron a conocer que en este municipio se registró un acumulado de 32 milímetros con fuertes rachas de viento que propició la caída de algunos árboles viejos, “pero nada del otro mundo”.