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Sonora

Dan último adiós a doña Alicia Arellano de Pavlovich

La dama era madre de la gobernadora sonorense, Claudia Pavlovich Arellano; su familia la despide en con una hermosa ceremonia religiosa

Dan último adiós a doña Alicia Arellano de Pavlovich

Recordando anécdotas de doña Alicia Arellano de Pavlovich, es como su familia y seres queridos le dieron el último adiós, en una misa amena, llena de nostalgia, pero también de alegría por el amor que la dama siempre le prodigó a todos.

Don Ruy Rendón Leal, arzobispo de Hermosillo, ofició la misma, durante la cual bendijo las cenizas de doña Alicia Arellano, y pidió por ella, por su eterno descanso y su vida eterna.

Ana Torres Pavlovich, una de las nietas de doña Alicia e hija de la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano, agradeció a los presentes el apoyo y contó que su "Abe", como la llamaban de cariño, siempre fue una mujer propia, prudente, educada, inteligente, pero, sobre todo, una luchona.

“Fue una dama que abrió camino a las mujeres en el sector político; una mujer para quien los obstáculos no eran problema. Fue una mujer que en cuya época no era común trabajar, ni como doctora y mucho menos de política y, aún así, lo hizo todo. Mi 'Abe' bien decía: la política no sirve si no se sirve a los demás.

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“Como mamá siempre estuvo pendiente de mi tía y de mi mamá, a pesar de que trabajaba, a pesar de que viajaba. Se hizo siempre sentir presente, siempre pendiente de todas sus cosas, en las buenas y en las malas. Como abuela, siempre amorosa y cariñosa con nosotras”.

Agregó que su abuela Alicia siempre estuvo presente para ella y para sus hermanas, y que lo mejor de todo fue vivir juntas.

“Recuerdo cuando mi hermana Claudia le platicó que iba a abrir un negocio, mi 'Abe', más orgullosa, y de igual manera cuando también le platicó que se iba a casar, era la más emocionada. Así fue mi 'Abe', una mujer que creía que podíamos hacerlo todo; una mujer que no creía en los límites y, mucho menos, para las mujeres”, contó.

Durante la misa, la cual se ofició en la parroquia del Espíritu Santo, en Hermosillo, y donde estuvieron las cenizas de doña Alicia, el padre Yaco comentó que despedir a un ser querido, como doña Alicia, duele, pero debe de llenar de esperanza a su familia, que ella está recibiendo su Pascua al lado del Señor: "está descansando y en paz".