Crecen las adicciones en las fábricas

El consumo de alcohol y otras drogas tiene una elevada prevalencia en la sociedad en general, y también entre la población trabajadora, repercutiendo sobre el medio laboral

Crecen las adicciones en las fábricas

Su adicción al "crystal" la encontró en una fábrica de esta ciudad. Recién cumplidos 18 años de edad, Claudia Vázquez empezó a trabajar sin imaginarse que en poco tiempo se iba a convertir en adicta a esta terrible droga.

La joven de 28 años, asegura que, en sus inicios laborales, conoció a un chico que le empezó a dar a probar y en ese tiempo empezaba a tener problemas muy fuertes en casa.

 "Empecé a trabajar en una fábrica, donde conocí a un muchacho. Para entonces, ya fumaba y tomaba alcohol. Recuerdo que un día andaba pasadita de copas, cuando me dieron a probar "crystal", una droga que apenas se estaba usando en su pueblo," expresó.

Comenta en ese tiempo llegó a probar la mariguana y seguía consumiendo alcohol como cualquiera de esa edad. 

"Un día otro muchacho que tenía un punto, me mandó a regalar la droga, pero yo no acepté, pero llegó un día que lo hice, entonces la fui probando y me fue enganchando," platicó.

Claudia recordó que antes de iniciar con sus adicciones, era una persona reservada, que casi no salía de su casa.

"En el barrio donde yo vivía, la mayoría de los muchachos fumaban el "crystal", entonces me fui adentrando al grupo, fui conociendo gente y empecé a drogarme con ellos," aseveró.

Compartió que después de un año de drogarse, se inscribió en la universidad y al iniciar con las clases, conoció a otras gentes que también fumaban.

"Por fumar esta droga, descuidé mis estudios, no me fue bien, me tuve que regresar a mi pueblo. Dejé mi carrera trunca, mis papás ya no me vieron de buena manera, empezaron a ver que andaba en malos pasos y dejaron de darme dinero," aseguró.

Mencionó que, por su misma adicción, no consiguió trabajos por andar en la calle.

"Todo el día me llevaba encerrada en la casa y todas mis salidas eran por las noches. Llegó el momento que empecé a vender todas mis cosas y les robaba dinero a mis papás para comprarme la droga," afirmó.

Comentó que después de estar libre de drogas por más de un año, sus adicciones han sido la experiencia más fuerte de su vida.

"Todo por andar en malos pasos, yo lo hablo como mujer, es una de las peores decisiones que puedes tomar como mujer, donde te haces más vulnerable ante la gente y ante la sociedad," finalizó.