Por: Raúl Armenta Rincón
Así lo dio a conocer Patricia Alonso Ramírez, directora de la CAMI de Navojoa, que es la única que opera en Sonora y una de las 33 de todo el país, y quien llamó al Gobierno Federal y legisladores a reconsiderar esa medida ante el alarmante aumento de la violencia contra la mujer.
Dijo que lo anterior se les informó en una reciente reunión en la Ciudad de México con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y representantes de la Red Nacional de "Camis", organizaciones de la sociedad civil y de defensoras de las mujeres.
Lamentó que las autoridades federales no hayan respetado un decreto publicado el 30 de marzo, que establece como actividades esenciales los refugios y centros de atención a mujeres víctimas de violencia, sus hijas e hijos.
"Esos servicios no pueden operar sin recursos presupuestarios, y además, no se tiene aún una indicación sobre si se verá afectada la segunda ministración de los recursos para refugios y sus centros de atención externa", agregó.
Alonso Ramírez reconoció que la crisis sanitaria por el Covid-19 exige una reestructuración del gasto público, pero consideró que la desi-gualdad entre mujeres y hombres y la violencia feminicida ha cobrado miles de vidas, por lo que es un asunto que merece prioridad.
Informó que en la Casa de la Mujer Indígena "La Paloma", que está ubicada en San Ignacio Cohuirimpo, han atendido a 960 mujeres en situación de violencia, de los cuales alrededor de 108 casos se encuentran en seguimiento con el apoyo jurídico correspondiente.
Indicó que 12 personas laboran en la Casa La Paloma, donde cada una recibe un apoyo de cuatro mil 500 pesos mensuales, pero éste en muchas ocasiones es insuficiente, ya que muchas de las mujeres que operan las Camis son jefas de familia.
