La respuesta a esta incógnita se encuentra en un pequeño detalle en su elaboración
Por: Marcela Islas
Probablemente has notas que los cubitos de hielo no siempre son completamente transparentes, pues en ocasiones pueden presentar un aspecto más bien lechoso o blanco. Sin embargo ¿a qué se debe esta diferencia?
La clave está en la calidad del agua utilizada para hacerlos. Un estudio realizado por la escuela Pedagogía Integral Personalizada reveló detalles de sus diferencias:
El hielo blanco se obtiene al congelar agua del grifo. Esta agua suele contener impurezas como minerales y gases disueltos. Al congelarse, estas impurezas quedan atrapadas en el hielo, dispersando la luz y dándole ese aspecto opaco y blanco.
Hielo transparente: Se logra congelando agua previamente hervida. Al hervir el agua, se eliminan muchas de las impurezas, lo que permite que la luz pase a través del hielo sin ser dispersada, otorgándole así su transparencia.
¿CÓMO OBTENER HIELO TRANSPARENTE?
Para obtener hielos más transparentes, puedes seguir estos sencillos consejos:
- Hervir el agua: Antes de congelar el agua, hiérvela durante unos minutos para eliminar las impurezas.
- Enfriar el agua: Deja que el agua hervida se enfríe antes de colocarla en la bandeja para hacer hielo.
- Congelar lentamente: Congela el agua a una temperatura baja y constante para permitir que las impurezas se separen del hielo.
¿HAY UNO QUE SEA MEJOR QUE EL OTRO?
Desde el punto de vista estético, el hielo transparente suele ser más atractivo. Sin embargo, en términos de sabor o calidad del agua, la diferencia es mínima. Ambos tipos de hielo son seguros para el consumo.
La diferencia entre los hielos blancos y transparentes radica en la calidad del agua utilizada y en el proceso de congelación. Si buscas un hielo más cristalino y estético, te recomendamos utilizar agua hervida y congelarla lentamente.
