El periodista sinaloense Martín Arellano Solorio falleció en Mazatlán después de haber denunciado en redes sociales la falta de atención médica en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde ingresó tras sufrir un presunto infarto. Su caso ha despertado indignación y críticas hacia el sistema de salud en México.
¿QUIÉN ERA MARTÍN ARELLANO SOLORIO?
Originario de Sinaloa, Martín Arellano fue un periodista con más de dos décadas de trayectoria en medios de comunicación, reconocido por su estilo crítico y por investigaciones sobre temas de corrupción y derechos humanos.
Uno de los episodios más relevantes de su carrera fue su participación en la denuncia sobre el plagio a la periodista Guadalupe Lizárraga en el caso Isabella Miranda de Wallace.
A lo largo de su vida profesional colaboró con diversos medios, entre ellos Tuister y Los Ángeles Press. Estudió Comunicación en la UNAM y cursó diplomados en educación y marketing. Aunque mantenía su vida personal con discreción, se sabe que al momento de su fallecimiento tenía más de 50 años.
SU LUCHA POR RECIBIR ATENCIÓN MÉDICA
El jueves 4 de septiembre, Martín Arellano comenzó a compartir en redes sociales lo que estaba viviendo tras llegar al Hospital General de Zona No. 3 del IMSS en Mazatlán.
En sus publicaciones explicó que había sufrido un infarto y denunció que no estaba recibiendo la atención que necesitaba. Señaló que permanecía en los pasillos del hospital durante horas, sin respuesta clara por parte del personal médico, pese a que el protocolo "Código Infarto" debería garantizar atención inmediata.
A lo largo de ese día, sus mensajes reflejaron angustia y desesperación. Según lo narrado por él mismo, pasaron casi seis horas sin que recibiera la intervención necesaria. Su último mensaje llegó cerca de las 18:00 horas. Finalmente, la madrugada del 5 de septiembre, falleció.
LA POSTURA DEL IMSS
Tras la noticia, el Instituto Mexicano del Seguro Social emitió un comunicado en el que aseguró que Martín Arellano sí fue atendido y que se activó el protocolo correspondiente. La directora del hospital, Felicitas Obeso Aguirre, presentó una cronología oficial de la atención brindada.
Sin embargo, la versión institucional contrastó con los mensajes públicos que el periodista dejó antes de morir, lo que generó una fuerte ola de críticas y cuestionamientos en redes sociales sobre la eficacia y sensibilidad del sistema de salud.