El temido “Código Plata” implementado en el IMSS que pone a todos a temblar y correr. ¿De qué trata?

Es un protocolo para casos muy específicos, que el personal médico teme, pero no puede evadir; también impacta a los pacientes hospitalizados

El temido “Código Plata” implementado en el IMSS que pone a todos a temblar y correr. ¿De qué trata?

En diciembre de 2019, el área de Urgencias del Hospital Regional No.1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Ciudad Obregón fue escenario de la ejecución de un guardia de seguridad.

Dos casos más recientes se registraron en Culiacán. El 29 de agosto de 2025, un comando armado abrió fuego contra personas que estaban por fuera del Hospital Civil, dejando un saldo de tres muertos y cuatro heridos; días después, el 17 de septiembre, una mujer vestida de médico intentó asesinar a un sujeto detenido por las autoridades.

A raíz de este y otros incidentes, las autoridades implementaron controles de entrada y salida tanto para médicos, como para pacientes, por lo que se aplicaron protocolos de seguridad y se crearon otros.

CÓDIGO PLATA: EL TEMOR QUE INVADE LE IMSS

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Sin embargo, así como el IMSS implementó códigos de color para la atención rápida y oportuna de pacientes en el área de Urgencias, también se empezó a aplicar un color que inyecta miedo y adrenalina tanto a personal médico, como de seguridad y el cual quedó establecido en la "Definición de colores de los códigos de seguridad hospitalaria Homologados y Acciones”.

Se trata del “Código Plata”, el cual de acuerdo con Instructivo de Códigos de Seguridad , este significa “Agresión de persona con arma de fuego”, cuyo plan de acción establece: 

“Manejar de inmediato y con seguridad máxima. Este código y su plan de contingencia se activan ante la presencia en el hospital de una o varias personas con armas de fuego (‘tirador o tiradores activos’). Se debe actuar con precaución y eficacia por el alto riesgo de lesiones a pacientes, familiares, visitantes y personal”, indica.

Y entonces todo se tensa: el rostro de médicos, enfermeras y guardias cambia, pues llega uno o más heridos de bala, y quienes empiezan a sufrir crisis nerviosas son familiares y pacientes, quienes se alarman con lo que ven.

En cuanto esto ocurre, las puertas principales del complejo hospitalario son cerradas, las visitas se terminan y por unos instantes todo se paraliza; en tanto, quienes esperan afuera información de sus familiares, son presa de la angustia, ya que ven la llegada de cuerpos cubiertos de sangre, en especial cuando el tiempo de los heridos está en contra.

Y es natural, pues los hechos de violencia no han ocurrido nada más en Sinaloa o Sonora, sino en distintos nosocomios del país, tanto públicos, como privados.

DESPUÉS DE LA TORMENTA

Sin embargo, con el paso de los minutos en Urgencias poco a poco “las aguas vuelven a su curso”; sin embargo, donde el temor prevalece es donde se encuentran internados los heridos por arma de fuego, pues el riesgo persiste, pese a que hay presencia de efectivos de la Policía o de las Fuerzas Armadas, lo que inquieta a otros pacientes y sus familiares.

Y es que, al no haber un área exclusiva para este tipo de casos, se les coloca junto a otros pacientes, despertando el miedo y la incertidumbre.

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