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Las Plumas

Refundar a México, tarea urgente

Urge una plataforma política que parta de los ciudadanos y que involucre varios aspectos, como seguridad, salud, trabajo, educación, entre otros

Francisco Gonzalez Bolon

En medio de los escándalos de corrupción de la clase política mexicana, muchos ciudadanos han expresado la necesidad de contar con otro país, en el que no solamente los políticos sino los mexicanos en general actuemos con mayor honestidad.

Para refundar este país, se requiere, indudablemente, que cada ciudadano asuma el compromiso de no caer en los juegos perversos de los gobernantes actuales que todos los días mienten sobre el rumbo del país, traicionan la confianza de los electores y roban todo lo que pueden para ya no trabajar de por vida a su retiro.

En todos los ámbitos de la vida se sabe de quienes se prestas a la corrupción hasta en aspectos que parecieran sin chiste, como por ejemplo, ofrecerle dinero al agente de Tránsito que le detiene por manejar en estado de ebriedad.

O quien en el hogar le miente a los hijos o viceversa para mantener un estilo de vida que no corresponde al salario devengado sino que se ha prestado al robo hacia su empresa para obtener “una lanita”.

Son, en fin, muchas cosas en las que falta transparencia al actuar y que se ven como naturales porque así lo hacen los presidentes, los diputados o los vecinos, sin ver que eso degrada a cada momento la vida nacional.

Guillermo Pérez Herrera, capitán de la organización “En el Mismo Barco”, planteó en la Ciudad de México que para recuperar al país “se necesitan personas no comprometidas, y sin cola que les pisen para comenzar el cambio hacia un gobierno ético, responsable y moral que sólo pueden ofrecer quienes no han militado en los partidos políticos”.

Aunque este joven habla más en función de las fechas electorales, es cierto lo que plantea: “Ya vimos en las semanas recientes que toda la clase política está hecha un asco, que no hay ni a cuál irle y tampoco existe en el horizonte de los partidos políticos alguien totalmente libre de la corrupción, que pueda enmendar el rumbo del país”.

Y habla de que solamente los ciudadanos sin compromisos políticos, que carezcan de un pasado oscuro y no tengan que doblegarse ante ninguna amenaza de extorsión por el poder en turno, como ha ocurrido en las últimas semanas, son los que pueden rescatar a este país.

Aunque se dude, sí existe ese tipo de personas que se han conducido con honradez a lo largo de sus vidas, pero que precisamente por ser rectos, leales y comprometidos con la moralidad, son desechados por quienes están al frente de los partidos políticos o los gobiernos, pues saben bien que no se prestarán a las triquiñuelas hoy acostumbradas.

Pérez Herrera sostiene:

“Hoy vemos cómo prácticamente todos los políticos lo que buscan es su propio bienestar personal y de grupo, a tal grado que con una total desvergüenza y cinismo cambian del partido que los encumbró hacia el que les propone seguir llenándose las manos de dinero de los mexicanos, con tal de seguir una línea dictada desde lo más alto del poder”.

Este es el motivo, afirma, por el que más de una tercera parte de los mexicanos en edad de votar no cree en los partidos políticos y se ha ausentado de las urnas, ya que no existe un compromiso ético y moral de los políticos, que permita tenerles confianza de que van a respetar el compromiso que adquirieron al ser votados.

Es urgente, declara, una plataforma política desde los ciudadanos que involucre los siguientes aspectos:

1. Seguridad a través de “pacificar al país”; 2. Salud con un “Sistema Universal de Salud”; 3. Trabajo con la “creación de 1 millón de empleos por año”; 4. Educación con el “incremento en el número de personas que superan el nivel básico de educación”; 5. Economía donde “debemos pasar de una economía de 6B a una economía de 8B”; 6. Agua para “hacer la primera política de emergencia nacional para el aseguramiento del agua potable”; 7. Perspectiva de género para “primero reconocer el problema para actuar”; 8. Desarrollo Sustentable con una economía, una nación y un país que adopte por completo la agenda 20-30” y 9. Una Política Exterior mediante la cual “debemos retomar nuestra altísima escuela de relaciones internacionales”.

Con la lámpara de Diógenes habrá que localizar de manera urgente a “personajes comprometidos, profesionales y con visión de futuro, donde quede claro que trabajarán por un país con esas nueve prioridades.

Es una tarea difícil, claro está, pero no imposible. Ya es tiempo de echar al cesto de la basura a toda esa clase política actual que durante años han dicho que quieren transformar al país, pero solamente para el beneficio propio y de sus allegados.

México necesita una refundación política, en virtud de que la cuarta transformación se volvió más de lo mismo.

Comentarios: franciscogonzalez.bolon@gmail.com