"Analepsis" (??a?????): "La Ascensión del Señor" en griego se puede referir a diferentes palabras según el contexto, este término, que se traduce como "ascensión", se utiliza principalmente en la Iglesia Ortodoxa Griega y se refiere a la elevación de Jesús al cielo.
Jesús resucitado se apareció primero a las mujeres, soldados que vigilaban el sepulcro, a los apóstoles, a los discípulos, a más de 500 hermanos según san Pablo (cfr. 1 Corintios 15,6), durante cuarenta días, desde el domingo de la resurrección hasta el día que Jesús subió al cielo con cuerpo y alma glorioso.
Aunque numéricamente sería el jueves pasado el día cuarentavo, la iglesia decidió litúrgicamente celebrarla en domingo, día del Señor, para celebrar este acontecimiento tan especial, donde dos de los Evangelios, cuando narran este hecho, nos cuenta LA GRAN COMISIÓN QUE ENCOMENDÓ A LA IGLESIA desde ese día, hasta el final de los tiempos.
En este artículo desmenuzaremos esta "MISIÓN", con sus elementos a detalle según la Palabra de Dios, en dos de los evangelios, tanto a nivel eclesial (parroquias y grupos), como a nivel personal (todo bautizado). En el primer evangelio del nuevo testamento lo hago yo y en el segundo lo haces tú.
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR EN EL EVANGELIO DE SAN MATEO
Mateo, capítulo 28, versículos del 16 al 20
"Por su parte, los once discípulos partieron para Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Cuando vieron a Jesús, se postraron ante Él, aunque algunos todavía dudaban. Jesús se acercó y les habló así: "Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia."
REFLEXIÓN A NIVEL ECLESIAL
1.- Se acerca a los que todavía dudaban: es normal que un grupo de iglesia dude sacar adelante las mega misiones evangelizadoras, por ser algo aparentemente nuevo en esta última generación de discípulos que vivimos en comunidad, pero Jesús se acerca, a ellos, para referenciar que no es por el poder y capacidad de la iglesia, sino por el poder y autoridad que a Jesús se le ha otorgado, que la misión depende no del carisma del grupo, sino en la fe del que envía a la gran comisión.
2.-Vayan: Papa Francisco insistió durante su pontificado, desde su primera exhortación apostólica "Evangelii Gaudium" (La Alegría del Evangelio), que estamos llamados a ser una "iglesia de salida", es ir, salir de los templos e ir la misión de Ad Gentes (a toda la gente) y no quedarse en los templos esperando a que vengan a la parroquia como una estación de gasolina, que hay que ir cuando se requiere abastecer de sacramentos cuando se ocupen.
3.- Todos los discípulos de Jesús: El buen discipulado pasa por un proceso de Catequesis; cuando se habla de catequesis, muchos piensan en la catequesis de niños y niñas. Pero la catequesis no se reduce a la edad infantil. El proceso de catequesis, según el Directorio General para la Catequesis (DGC), es una etapa esencial en la evangelización que se dirige a quienes han recibido el primer anuncio y desean crecer en la fe. La catequesis tiene como objetivo llevar a la madurez de la fe tanto a individuos como a comunidades, promoviendo un conocimiento más profundo de Dios y de su plan salvífico.
Todos los agentes de pastoral deben recibir formación, no sólo para ejercer su apostolado, sino como parte de su ser discípulo, en la quinta conferencia general del episcopado latinoamericano y del caribe (Celam), nos aclaraba que estamos llamados a ser Discípulos-Misioneros, no es opcional, ni lo marca como proceso con etapas de inicio y fin, sino que nunca hay que dejar de ser: Discípulos y misioneros de Jesucristo, para que en Él tengan vida.
En el mismo texto Jesús dice y reafirma, "Enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes".
4.- Bauticen: En la formula trinitaria, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, es decir bautizar ("baptizein" en griego) significa "sumergir", "introducir dentro del agua"; la "inmersión" en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo, de donde sale por la resurrección con Él transformado en una "nueva criatura", como explica san Pablo a los Corintios y a los Gálatas (2 Corintios 5,17; Gálatas 6,15).
Este sacramento es llamado también "baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo", porque significa y realiza ese nacimiento del agua y del Espíritu sin el cual "nadie puede entrar en el Reino de Dios", como dice el Evangelio de san Juan. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1213.
La misión es bautizar o sumergir en el Dios uno y trino, de manera permanente, los católicos cristianos por este sacramento, estamos llamados a promoverlo por la gracia y don que recibimos, pues "en Él vivimos, nos movemos y existimos" (Hechos de los Apóstoles 17, 28).
5.- Yo estoy con ustedes todos los días: Aquí está la fuerza de la evangelización de la Iglesia, en la certeza de que no estamos solos, que cumple esta promesa en el santo sacramento de la eucaristía, por eso en las (mega) misiones cabemos todos, unos en las calles y otros intercediendo en oración ante el sagrario, que la potencia de la intercesión está en la oración humilde en la fuerza de las rodillas.
REFLEXIÓN A NIVEL PERSONAL
1.- Se acerca a los que todavía dudaban: Se vale dudar, Él se acerca a ti, si permaneces a la Iglesia, como santo Tomás, que no estaba el domingo de la resurrección, pero una semana después de perseverar sin creer, sin sentir, dudando del testimonio de los demás, pues requería la experiencia personal de Jesús resucitado, sin embargo, no se fue, se quedó en la comunidad, y debido a eso, el Señor le permitió tocar sus heridas, lo que fuera necesario para creer, no fue el primer Papa de la Iglesia, San Pedro, ni el discípulo amado San Juan, sino Santo Tomás, quien declaró de manera personal "Señor Mío y Dios Mío".
2.-Vayan: No hay que alejarse, ni encerrarse en casa en una fe, creyendo que no haciendo nada malo es suficiente para salvarse, sino el juicio personal después de la muerte, se centra en la pregunta "¿Amaste?" según San Juan Eudes, pues amar es entregarse, es servir, es darse hasta que duela, como lo clarificaba Santa Teresa de Calcuta.
3.- Todos discípulos de Jesús: Ser tú, discípulo y que tus hijos sean discípulos del mejor maestro, y no elijan maestros de las redes sociales, "influencers", "artistas" o "gamers" que sólo promueven el éxito según el mundo, con viajes, belleza a toda costa, dinero y placer exacerbante, que es puro posmodernismo ateo, sincretista o indiferencia total.
4.- Bauticen: Renueva tu sacramento del bautismo, manteniéndote dentro de tu vivencia diaria con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, permitiéndote vivir como hijo amado de Dios Padre, rescatado, redimido y sanado por Dios Hijo y Santificado por Dios Espíritu Santo de manera personal, por medio del único camino de dejarnos moldear como el alfarero hace con la vasija de barro, este camino es el de la oración, pues quien ora o "Quien reza se salva, quien no reza se condena". La relación con Dios es esencial en nuestra vida (San Alfonso María de Ligorio).
5.- Yo estoy con ustedes todos los días: No estás solo o sola, Dios está contigo todos los días, creas o no creas, lo sientas o no, ahí está junto a ti, y un lugar para encontrarte con Él de manera especial es, en la capilla de adoración perpetua o capilla del santísimo parroquial, presencia por antonomasia como decía San Juan Pablo II. Él ha estado, está y estará todos los días de tu vida, hasta que se te acabe tu mundo.
Ahora te toca a ti, que hagas la misma reflexión a nivel eclesial y personal de la versión del evangelio de San Marcos, capítulo 16, versículos del 15 al 20.
No permitamos que LA GRAN COMISIÓN, SIGUA SIENDO NUESTRA GRAN OMISIÓN, pues no estamos obedeciendo al mandato de Jesús, nunca fue opcional, no es si quieres, puedes, estas capacitado o eres digno, la orden de la voluntad de Dios, debería de obedecerse "sí o sí", como dicen ahora, sino, en el juicio personal cuando muramos, nos pedirán cuentas de este pecado de no hacer lo que teníamos que hacer en su nombre y porque Él nos lo pidió. Recuerda la lista de pecados que reconocemos al inicio de la misa, en el acto penitencial, reconociendo golpeándonos el pecho, asumiendo nuestra responsabilidad que hemos "pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y OMISIÓN" ...
Concluyo con la narración del evangelista san Lucas, en su segundo libro de los hechos de los apóstoles 1, 9-11: "Dicho esto, los Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos. Como permanecían con la mirada puesta en el cielo mientras Jesús subía, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir".
No nos quedemos mirando al cielo esperando a que regrese de la misma manera que se fue, sino hagamos lo que nos encomendó y cuando vuelva, nos encuentre haciendo lo que nos encomendó.
Bendiciones hermanos discípulos-apóstoles-misioneros de Jesucristo del siglo XXI.
Saúl Portillo Aranguré
saulportillo@hotmail.com