Por lo visto, la recién elección de comisarios de Desarrollo Social en Huatabampo, fue un poco algo más que eso. Así habría que entenderlo tras una declaración al respecto formulada por Antonio Estrella Gutiérrez, dirigente local de Morena. En esos comicios, por lo visto, se perdió la oportunidad de demostrar que los partidos propios de la Cuarta Transformación, "sabemos hacer las cosas diferentes y apegados a la legalidad".
Así lo dijo el dirigente partidista al comentar la forma en que fueron electos esos funcionarios locales. Directo en sus apreciaciones, reprochó que el Gobierno municipal, junto con el Partido del Trabajo, "se haya metido hasta la cocina" en ese proceso, atribuyéndole diversas facetas: árbitro, dueño del equipo, del balón y de la cancha. Según Estrella Gutiérrez, "tuvo todo a su favor".
Si las cosas realmente fueron así, entonces, no habría ni por dónde buscarle. Ni para qué. Morena, en cambio, mostró otra actitud. De acuerdo con Estrella Gutiérrez, su partido respetó el proceso y no tuvo ninguna intervención, "consciente de que era la ciudadanía huatabampense la que elegiría a sus representantes en las comisarías". En cambio, señaló, que la intromisión, a todas luces parcial, del aparato del Gobierno municipal, "fue definitoria en los resultados, no cabe duda".
Sin duda, los comentarios o declaraciones de Estrella Gutiérrez son un tanto fuertes e inusuales. Pero en todo este contexto parecería quedar en claro que, en general, las formas políticas que se ejercen hoy, son más o menos iguales a las que casi siempre se han estilado. Porque, de una u otra manera, el objetivo sigue siendo el mismo, es decir, la conquista y la retención del poder. Esta puede resultar una batalla fascinante en la mayoría de los casos. Aunque parecería ser siempre la misma. Y debe ser así. Porque el objetivo resulta un tanto clásico o convencional, si bien con las diferencias que cabría entender por las peculiaridades del momento.
Y en Álamos, con el paso de 20 años de por medio, la mina Corner Bay Panamerican Silver enfrenta todavía la crítica y el rechazo de ejidatarios los que, incluso con el apoyo de abogados y organismos de Estados Unidos, retomarán la lucha contra la existente contaminación ambiental en su entorno por el uso de cianuro y otros elementos químicos. Campesinos del lugar denominado El Sombrerito son quienes planean formalizar esta batalla.
El liderazgo de la protesta lo ejerce José Irene Wilson Antelo, ejidatario de El Sombrerete, quien, como se sabe, durante años no ha quitado el dedo del renglón ante esta problemática. El tema lo ha planteado ante la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, así como ante alcaldes, diputados investigadores y líderes sociales. Pero no ha obtenido mayores resultados hasta ahora en el marco de esa labor.
De algún modo cabría decir que, con el tiempo, esta problemática a que se alude pasó precisamente a formar parte del tiempo, sin que sea juego de palabras. Pero lo curioso es que, cuando menos se espera, esta cuestión de la mina sale a relucir de nuevo, casi siempre con sus mismas características, lo que significa que poco o nada ha cambiado, pese al transcurrir de los años. Por lo demás, nunca se ha sabido que oficialmente se haya resuelto averiguar una problemática como la descrita, y de este modo despejar todas las situaciones que por lo visto enmarcan el quehacer que se lleva a cabo en ese lugar.
El caso es que, por las razones que sean, cada cierto tiempo sale a relucir un esquema como el descrito en el ámbito de la mina Corner Bay. Al paso de los años, los ejidatarios del rumbo mantienen el tenor de sus exigencias, como son descontaminación y reforestación de varias comunidades. "Las dependencias no le entran al asunto", dijo Wilson Antelo, quien, en una dramática enumeración, describió daños a los terrenos, mantos freáticos, flora, fauna, "pero principalmente a la salud de la población".
Así estarían las cosas al respecto. Bien se haría en atender una problemática como la descrita. No debe ser algo del otro mundo otorgarle la atención que corresponda. Aunque parecería que sí. No en balde, por el lado de los ejidatarios se está hablando de contratar abogados norteamericanos para que tomen cartas en el tema. Parecería una exageración. Pero eso fue lo que trascendió. Y así hay que entenderlo.
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