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Las Plumas

El tiempo nos cambiará, pero no podemos cambiar al tiempo

“Te juro ante mi Dios y ante la tumba de mi madre, que te querré por siempre”, MeatLoaf

Jesús Huerta Suárez

Más que lamentarnos una y otra vez por las alzas de los precios de los alimentos, qué les parece si mejor nos vamos haciendo a la idea, de una buena vez, que todas las cosas a nuestro alrededor están cambiando constantemente; que siempre todo está cambiando, menos, al parecer, la forma de pensar de muchas personas que ante la realidad, sólo se les ocurre quejarse.

Sí, efectivamente los precios de los básicos como el trigo, el arroz, los frijoles, lógicamente la carne, leche, azúcar, gasolina, gas, aceite han subido y siempre seguirán subiendo, es por eso que les propongo que vayamos cambiando nuestra forma de pensar, al menos en lo que a alimentación se refiere.

Ninguno de los productos antes mencionados son imprescindibles, de hecho nada ni nadie es indispensable, lo que pasa es que nos gusta quejarnos y buscar culpables de los acontecimientos, todo porque queremos seguir aferrados a nuestros gustos y deseos, pero sobre todo por el temor a cambiar.

Si nos lo proponemos, estos nuevos aumentos de todo, menos de nuestros ingresos, nos pueden dejar una enseñanza de por vida si retomamos el dicho “Si la vida te da limones, haz limonada”

Si no nos alcanza para tortillas de harina (que tanto engordan) no comamos tortillas. Si no te alcanza para carne, éntrale a las sardinas; Así nos podemos ir con miles de ejemplos de cómo podemos sustituir unos alimentos por otros de acuerdo al comportamiento de los precios. La idea es estar siempre encontrando formas de subsistir y dejar de preocuparnos por todo. Así de fácil.

Lo peor de caso es que no es en sí las alzas lo que le ocupa a la gente, lo que les gusta es quejarse,  mientras los árboles frutales de su casa y la de sus vecinos se caen de cargados sin que nadie se coma la fruta y sin que nadie haga compotas o regale a sus familiares, y nuestros hogares están llenos de chucherías que ni ocupamos, lo mismo que  los closets. Siempre estamos deseando algo, sobre todo cosas que nos brinde más del tan anhelado autoconfort mundano, es por eso que me da risa ver a la gente siempre, desde que tengo uso de memoria, poniendo el grito en el cielo por lo caro de los alimentos y de todo, pero eso sí, todos gorditos ahí andamos de llorones, sin trabajar más y alejados de nuestro interior.

Espero que por fin, después de tanto descalabros económicos, con tantos problemas encima de nosotros, las alzas en todo, el cambio climático por la contaminación y el exceso de oferta de estupidez por parte de muchos medios de comunicación, nos haga despertar de una buena vez y darnos cuenta que nuestro primer error como sociedad y como personas es que nos rehusamos a los cambios en un mundo cuya naturaleza es que siempre está cambiando. Igual nos quejamos de nuestros políticos olvidando que fuimos nosotros mismos los que los pusimos en sus puestos.

Es momento de comenzar a vivir sin prejuicios y de adaptarnos a los cambios o de plano seguir cual hombres de las cavernas esperando que los dioses hagan por nosotros lo que nosotros no hacemos.

Jesushuerta3000@hotmail.com