El INE y la Elección Judicial

Allí nada más se la pasan hablando de dinero y más dinero. Y no de simples pesos y centavos. En su ámbito aluden a cantidades monetarias millonarias

Por: Gerardo Armenta

El nuevo embajador de Estados Unidos en México es un buen hombre. Tan bueno y noble que, antes de llegar a nuestro país para cumplir su misión, no descarta que el suyo lance una acción militar en territorio mexicano contra cárteles de la droga. Ron Johnson no es el primer notable en el equipo del presidente Donald Trump que toca este tema. Quien de hecho lo inició fue el propio mandatario norteamericano.

Aunque el mal ejemplo cunde. El dicho viene al caso, porque también Pete Hegseth, el nuevo jefe del llamado Pentágono (algo así como el equivalente a nuestra Secretaría de la Defensa), habría amenazado a militares mexicanos con tomar medidas castrenses para combatir a los cárteles de la droga. En el país vecino, parecería que en su lenguaje oficial no saben hablar más que de dos tópicos en relación con México: aranceles y tráfico de enervantes.

Mientras tanto, en el resto del mapa internacional ya agudizaron ojos y oídos y, por lo que es posible inferir, nadie está dispuesto a soportar con los brazos cruzados la desordenada política de Trump de aranceles contra todo mundo. Un ejemplo es Canadá, vecino y aliado fraternal, firmante del tratado de libre comercio, que respondió con la misma pedrada. Es decir, con aranceles que deberá pagar su cordial asociado, nada más para que se le quite.

Mientras tanto, en el Instituto Federal Electoral siguen pensando en un mundo aparte, como diría José Alfredo Jiménez. De un tiempo a la fecha, allí nada más se la pasan hablando de dinero y más dinero. Y no de simples pesos y centavos. En su ámbito aluden a cantidades monetarias estratosféricas. Es decir, miles de millones de pesos.

Viene la elección del Poder Judicial de la Federación, con respecto a la cual el INE al parecer tiene muchos fierros en la lumbre (o todos) en la parte de su organización oficial. Pero habría que decir que, por lo menos hasta ahora, no se advierte mucho ánimo público o ciudadano para acudir a votar por jueces, ministros y magistrados. Pero esta presunción puede cambiar en la inminencia de la elección misma durante junio venidero. Más allá de todos estos pormenores, que de una u otra manera podrían ser remontados, lo que llama la atención es la cuantía monetaria que se está aplicando para organizar tan singulares comicios.

En lo dicho: mucho dinero. No puede negarse que en la vida todo cuesta. Y mucho más en un tiempo como el de hoy. Pero estamos hablando de un quehacer como el propio del INE y el costo de la elección judicial. Por lo visto, se trata de llevar a cabo unos comicios que dejen a propios y extraños con el ojo cuadrado. No debe ser para tanto. Debe pensarse que hay otros renglones que necesitan apoyos económicos que podrían considerarse de primera necesidad.

 No hay elección que pueda considerarse menor o irrelevante. Pero su costo nunca debería dispararse hasta alturas inimaginables. Por eso al INE "sólo" le dieron 800 millones de pesos de los últimos mil 500 millones de pesos que solicitó para analizar si deben hacerse ajustes al proceso de la elección judicial que está en marcha. Esos deberán ser los análisis de carácter electoral más caros de la historia, en los que no hay de por medio cargos de representación popular o política.

Mientras tanto, la crisis en el campo de esta parte de la Entidad no aminora sus efectos para nada. Una situación de esta naturaleza no requiere mayor comprobación teórica o práctica. Los hechos respectivos forman parte de la realidad misma que se está viviendo en esta coyuntura.

Por ejemplo, una información periodística reciente señaló que los perjuicios de la sequía en el sur de Sonora, tienen un impacto directo en la economía regional. Prueba contundente de ello es que dejarán de circular 16 mil millones de pesos, al cancelarse la siembra de 270 mil hectáreas. Pero los más afectados con esta situación son precisamente los jornaleros agrícolas.

Datos como los anteriores fueron ratificados por Célida Teresa López Cárdenas, titular estatal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Hidráulicos, Pesca y Acuacultura. De todo en el esquema de crisis en el campo hay, en efecto, un pendiente: el apoyo a los jornaleros que se quedaron sin trabajo por causa de la sequía. Así lo reconoció la titular de la Sagarhpa. Y fue pertinente que lo hiciera. Porque la situación de los jornaleros agrícolas es hoy por hoy sumamente complicada en todos sentidos.  

armentabalderramagerardo@gmail.com

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