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Las Plumas

Curiosidades urbanas

Ante ruido y baches

Curiosidades urbanas

Distante de las curiosidades urbanas, la que forman en Ciudad Obregón los vecinos ruidosos que gustan de escuchar música por las noches en volúmenes poco convencionales, se ha convertido ya en un serio problema citadino que es preciso atender con la energía correspondiente. Y esa tarea corresponde a las autoridades de Seguridad locales y estatales.

Otro cantar es que la cumplan con la exigible propiedad que tendría que ser invocada. De alguna forma, una problemática como la que se describe no entraña mayor novedad para nadie. La verdad es que invariablemente ciertas y cuales poblaciones de la entidad la han padecido esa molestia en mayor o menor grado.

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Sin embargo, el problema es que hoy parecería que la situación que se describe hace notar registros mucho más asombrosos y constantes que en el pasado. Prueba de ello es que el llamativo titular principal que presentó DIARIO DEL YAQUI en su edición del lunes postuló lo siguiente: “Vecinos ruidosos saturan línea del 911”. Es obvio que un enunciado periodístico de esta naturaleza se explica por sí solo, como ciertamente cabe entenderlo…

La información respectiva a que se alude, señala que los fines de semana, sobre todo por las noches, la línea de emergencias 911 recibe cientos de llamadas para reportar música con volumen alto en reuniones caseras. Conviene resaltar que, con lo dicho hasta ahora, no se alude a un asunto menor. Al contrario, se trata de una situación que representa una de las problemáticas más comunes entre vecinos de las distintas colonias, comisarías y delegaciones del Municipio de Cajeme, según escribió en la nota respectiva el reportero Roke Arballo.

De acuerdo con datos oficiales, los sectores cajemenses donde se genera un mayor número de denuncias como las descritas, son la Colonia Centro que, fíjese usted, tiene más de 4 mil llamadas en lo que va del presente año. O sea que allí sus moradores son bastante ruidositos en materia musical. Pero por lo visto también lo son en la colonia Cajeme, Villa Bonita y Benito Juárez, con un récord de 722, 643 y 500 llamadas telefónicas en contra.

Como quedó dicho en renglones, arriba el que se comenta no es de ninguna forma un asunto irrelevante. Se trata en verdad de una situación molesta o anómala que ha adquirido forma en perjuicio de la tranquilidad nocturna de la ciudadanía cajemense. Parecería obvio y hasta inútil postularlo, pero nadie tiene derecho a perturbar, nada más porque la está pasando bien en una animada reunión o fiesta caseras, la tranquilidad nocturna de vecinos que tienen todo el derecho del mundo para exigir respeto a una paz hogareña propia.

Una paz como la que se describe, vale reiterarlo una y otra vez, no puede ser alterada por nadie a quien se le ocurrió subir el volumen de la música que escucha sólo porque está cumpliendo años o porque trae ganas de ingerir unas “cheves” bien heladas. El problema es que, por lo visto, normas de conducta personal como las descritas, han tomado ya carta de naturalización en diversas colonias de Ciudad Obregón. Y lo que sea de cada quien; no debe ser fácil para las autoridades enfrentar motivaciones alegres o fiesteras de vecinos empeñados en protagonizarlas sólo porque vivimos en un país libre.

En Navojoa, mientras tanto, pintan mejor las cosas, lo cual bajo ninguna circunstancia significa que sus vecinos no gusten igualmente de celebrar convivencias con música singularizada por su volumen elevado. Pero es preciso reconocer que las cosas al respecto no han llegado en la Perla del Mayo al nivel de estridencia que hacen notar en Ciudad Obregón.

De este modo, el beneplácito entre los navojoenses quizá tenga que ver mucho más con la puesta en práctica de un programa de bacheo por parte de las autoridades municipales que con un tema como el surgido en Ciudad Obregón. No puede ignorarse que el tema de los baches se convirtió en el ámbito de la Perla del Mayo en una especie de enfermedad social sufrida o experimentada por los automovilistas.

Con lo anterior de ninguna manera se quiere decir que el problema respectivo ha sido zanjado definitivamente. No. Todavía resta buen trecho para llegar a esa colectiva e ilusionada meta. Pero lo bueno es que el programa de bacheo viene avanzado con razonable velocidad. La idea es componer 19 mil metros cuadrados de pavimento.

La verdad es que esta acción oficial parecería un sueño después de que durante largo tiempo se dejó crecer impunemente toda clase de baches. La que se comenta, entonces, es una buena nueva. Pero para que el beneplácito sea total habrá que esperar el resultado final de esta tarea de bacheo que se cumple actualmente en Navojoa. Y en lo dicho y sabido: ya era hora de que se hiciera algo al respecto… 

armentabalderramagerardo@gmail.com