Las Plumas

Ante el Color de Hormiga del Conflicto en Navojoa

No hay señales que hagan ver el tiempo que podría durar el problema, sin embargo, el cruce de señalamientos permite ver lo polarizado de las partes

Ante el Color de Hormiga del Conflicto en Navojoa

En el lenguaje coloquial existe una expresión que suele utilizarse para denotar la complejidad o aspereza de una situación determinada. “Se ha puesto color de hormiga”, suele decirse en un contexto como el aludido. Y de este modo se resume un estado de cosas beligerante, rijoso, agresivo, donde, en una primera instancia no parece existir a la mano una solución que concilie a las partes en choque.

Más allá o más acá de las comparaciones con dichos del habla común, el conflicto surgido finalmente en el Ayuntamiento de Navojoa entre las autoridades municipales y el Sindicato Único de Trabajadores, se vino incubando al paso del tiempo hasta que, como cabía esperar que ocurriera, terminó por hacer crisis. En realidad, las cosas hoy por hoy en ese ámbito se han puesto ciertamente color de hormiga.

Ello quiere decir que el conflicto allí, largamente bosquejado o anunciado, terminó por materializarse en un contexto de señalamientos y acusaciones de una y otra parte que, en una primera instancia, parecerían un tanto difíciles de conciliar. Pero la verdad es que toda crisis o conflicto puede y debe tener solución en el tiempo más a la mano o perentorio que sea dable imaginar.

Por lo menos en teoría un señalamiento como el anterior suena más o menos bien como parte de un discurso demagógico. Empero, es en los hechos donde realmente tienen que aproximarse o encajar las soluciones que todo conflicto demanda para dejar de serlo. Y más cuando, como en el caso que nos ocupa, en principio lo que se ha puesto en juego es la prestación cotidiana de los más elementales servicios públicos en un lugar como Navojoa.

En un principio, parecería un tanto imposible que se haya llegado a un extremo como el descrito en las líneas anteriores. Pero es cierto: ocurrió que en la Perla del Mayo quedaron sin brindarse o paralizados eminentes servicios públicos como limpieza de calles, parques y jardines, bacheo, recolección de basura y atención ciudadana. Este podría ser un estado de cosas que fácilmente podría conducir a situaciones de convivencia citadina o colectiva en verdad lamentables y que mejor valdría ni siquiera bosquejar.

Pero tal fue la respuesta a una serie de medidas (despidos de personal principalmente) adoptadas por el gobierno navojoense. De esta suerte, el miércoles por la mañana trabajadores de la Cuadra Municipal (Servicios Públicos), junto con el restante personal sindicalizado del Ayuntamiento, marcharon hasta el Palacio Municipal donde fijaron un plantón y marcaron un paro de labores. En una ambientación cargada de esta clase de negros nubarrones, el líder sindical Ramón René García Vallejo denunció que recientemente se quitó su base laboral a 164 empleados del Ayuntamiento navojoense, al mismo tiempo que se procedió al despido de 35 trabajadores.

García Vallejo se refirió también al aumento –“ilegal”, dijo- en las aportaciones al Isssteson, por lo que se está reteniendo hasta el 27% de los salarios, lo que ha llevado a que la nómina de algunos trabajadores esté en cero. Por su lado, en un comunicado oficial el Ayuntamiento de Navojoa señaló que en las últimas semanas se han tomado medidas urgentes para cumplir con la normatividad y la ley y reducir un déficit presupuestal de más de 88 millones de pesos. Este déficit se debe a varios factores como la nómina excesiva de trabajadores y jubilados y a que hay un grupo de empleados con un salario superior al del presidente municipal.

En el comunicado se insiste en las consideraciones que tienen que ver con el excesivo personal que forma la planta de trabajadores del Ayuntamiento local. Y se deja en claro que las acciones que se están tomando son necesarias por el bien de Navojoa. El que se menciona es un texto directo, fuerte, si se quiere, pero que busca poner en perspectiva desde el lado oficial las razones del conflicto (severo conflicto, vale reconocer) que se ha producido en el ámbito del gobierno local.

No hay señales que hagan ver el tiempo que podría durar este problema al que se alude. Sin embargo, el cruce de señalamientos entre las partes permite dar por cierta o hecha una tajante polarización entre el sindicato y el Ayuntamiento de Navojoa. No hay duda de que las partes resolvieron asumir o airear frontalmente sus diferencias de la única manera que cabía hacerlo en estas alturas, es decir, vía la confrontación directa. Y no es que nadie deba por fuerza asustarse por eso. Lo que ocurre es que también tendría que pensarse un tanto en la ciudadanía y el modo en que le perjudica el pleito finalmente declarado entre el gobierno municipal y el sindicato de trabajadores.

Por eso será mejor prender veladoras y desear que los hechos comentados no lleguen más lejos de donde han llegado, sin perder de vista jamás el imperio de la razón. Es obvio que en el ínter tendrán que generarse más querellas, discusiones y alegatos. Pero ojalá que todo eso sirva para finalmente superar la difícil situación actual generada en el gobierno navojoense.

armentabalderramagerardo@gmail.com