En lo que muchos ya consideran una de las frases que definirá su pontificado, el papa León XIV declaró este domingo: "Ofrezco lo poco que tengo y que soy". Lo hizo durante la ceremonia en la que tomó posesión de la basílica de San Juan de Letrán, un acto de profundo significado para su papel como obispo de Roma, cargo que acompaña a su ministerio como sucesor de Pedro.
La toma de posesión de San Juan de Letrán no es un gesto protocolario más. Se trata de una tradición fundamental en el inicio de cada pontificado, pues esta basílica (la más antigua de Roma y sede oficial del obispo de la ciudad) es, en términos eclesiásticos, la auténtica catedral del Papa. Por eso, aunque ya ejerce como pontífice desde su elección, este rito representa formalmente el inicio de su servicio pastoral a la diócesis de Roma.
¿QUÉ SIGNIFICA TOMAR POSESIÓN DE UNA BASÍLICA?
León XIV, primer pontífice agustino desde tiempos modernos, fue recibido por el cardenal vicario de Roma, Baldassare Reina, quien le dirigió la fórmula tradicional para asumir la cátedra episcopal: "Tú eres el pastor del rebaño de Cristo, siervo de los siervos de Dios". A partir de ese momento, representantes del clero romano (obispos, párrocos, religiosos y familias) rindieron obediencia al nuevo obispo de Roma.
Antes de llegar a la basílica, el Papa hizo una parada en el Campidoglio, donde recibió un homenaje del alcalde Roberto Gualtieri y de la ciudad de Roma, simbolizando la cercanía entre el papado y la capital italiana.

RECUERDA A FRANCISCO EN SU HOMILÍA
Durante su homilía, León XIV retomó palabras del papa Francisco, destacando que la Iglesia debe caracterizarse por "la ternura, la disponibilidad al sacrificio y esa capacidad de escucha que permite no sólo socorrer, sino a menudo prever las necesidades y las expectativas, antes incluso de que se formulen".
Pero sin duda, la frase que quedará grabada en la memoria de este día fue la que el Papa citó de San Agustín (figura clave para su espiritualidad y formación) y que hizo suya: "Ofrezco lo poco que tengo y que soy". Una declaración humilde y potente que ya empieza a resonar como emblema de su pontificado, recién iniciado este mes de mayo.