Su nombre es Lucile Randon, nació en la comuna de Alés el 11 de febrero de 1904 y es la segunda persona viva verificada más anciana del mundo, también es considerada la persona más longeva viva en Europa.
Dio positivo de Covid-19 el pasado 16 de enero y fue puesta en cuarentena en el cuarto que ocupa en la residencia de ancianos al sur de Francia.

La monja francesa aseguró a un periódico local que ni siquiera se dio cuenta que estaba infectada. Afortunadamente, una semana después fue dada de alta.
"Incluso si cuidamos de todos nuestros residentes de la misma manera, sabemos que tener a la persona más longeva en nuestro hogar es un motivo de orgullo y una inmensa responsabilidad", señaló David Tavella, portavoz de la residencia de ancianos.