El mayor general Hossein Salami, líder del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, falleció en un ataque aéreo ejecutado por Israel en Teherán, según reportaron varios medios oficiales iraníes.
La ofensiva, que apuntó directamente a las instalaciones militares y nucleares más sensibles del país, dejó múltiples víctimas de alto rango.
SALAMI, UNA FIGURA CLAVE EN LA ESTRUCTURA MILITAR IRANÍ
La agencia de noticias Tasnim fue una de las primeras en confirmar la muerte del general, calificándolo como "mártir" tras el impacto del ataque israelí contra la sede central de los Guardianes de la Revolución. Otros medios como Mehr y la televisión estatal también confirmaron su fallecimiento.
Hossein Salami no fue el único alto funcionario alcanzado. Según los informes, entre los muertos también se encuentran Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor iraní, y Fereydoon Abbasi, exdirector de la Organización de Energía Atómica. Además, se reportó la muerte de Mohammad Mehdi Tehranchi y de otros oficiales y científicos relacionados con el programa nuclear iraní.
UNA OFENSIVA CON OBJETIVOS PRECISOS
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) describieron la operación como una acción "preventiva, precisa y combinada". La ofensiva incluyó ataques aéreos ejecutados por decenas de aviones que impactaron múltiples instalaciones militares y nucleares ubicadas en distintos puntos de Irán.
Israel explicó que el motivo de la operación fue frenar el avance del programa nuclear iraní, el cual, aseguran, ha logrado progresos significativos en los últimos meses, incluyendo la capacidad de producir una bomba nuclear en un corto plazo.
MISILES BALÍSTICOS Y TENSIONES REGIONALES
El comunicado israelí también subrayó la preocupación por el arsenal de misiles balísticos que posee Irán. Señalaron que el país cuenta con miles de estos misiles, muchos de ellos con el potencial de llevar ojivas nucleares en el futuro, lo cual consideran una amenaza directa a su seguridad.
Israel también responsabilizó a Irán de apoyar a grupos armados en Medio Oriente como Hezbollah y los hutíes, quienes han lanzado ataques hacia su territorio en meses recientes.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, respaldó la operación asegurando que el objetivo principal es frenar una amenaza existencial. En un mensaje grabado, sostuvo que Irán ha enriquecido suficiente uranio como para fabricar múltiples armas nucleares y que la acción militar busca detener ese proceso antes de que sea demasiado tarde.
"El año pasado, Irán lanzó 300 misiles balísticos contra nosotros. Pronto podrían estar equipados con armas nucleares. No podemos permitirlo", señaló Netanyahu.
Este ataque marca un punto crítico en la ya tensa relación entre ambos países. Mientras Israel insiste en que su seguridad está en juego, Irán aún no ha emitido una respuesta oficial más allá de los reportes difundidos en sus medios estatales. Se espera que la situación continúe desarrollándose en los próximos días, mientras aumenta la preocupación internacional por una posible escalada en el conflicto.
