Por: Eduardo Sánchez
Investigadores del Servicio Copernicus de Monitoreo de la Atmósfera están alarmados debido a la magnitud del evento
Cuando se pensaba que el 2020 no podría ser peor, ahora el tamaño del agujero en la capa de ozono, localizado en la Antártida, aumentó su tamaño, lo que genera preocupación en el mundo científico.
Investigadores del Servicio Copernicus de Monitoreo de la Atmósfera, programa de observación de la Tierra de la Unión Europea, señalaron este martes que el fenómeno incrementó debido a un vórtice polar fuerte, con aire frío y estable.
Ante la magnitud del agujero, los expertos del señalaron que los esfuerzos internacionales se redoblen a fin de que los países acuerden la eliminación gradual del uso de químicos que agotan la capa.
El director del Copernicus, Vincent-Henri Peuch, señaló que el agujero era uno de los más grandes en los últimos 15 años.
Por su parte Clare Nullis, de la Organización Meteorológica Mundial, en Ginebra, señaló que orificio en la capa de ozono se expande cada agosto, cuando es primavera en la Antártida, llegando al máximo en octubre.
Y es que, de acuerdo con Nullis, se requiere que la temperatura esté más abajo de los -78 grados Celsius para que se puedan formar nubes, un proceso que calificó de complejo.
“El hielo en estas nubes desencadena una reacción que puede destruir la zona de ozono. Así que, es por eso que estamos viendo ese gran agujero en la capa de ozono este año”.
La capa de ozono está agotándose en esa gélida zona desde hace años; sin embargo, fue captado por primera vez en 1985.
Pese a ello, la experta señala que la capa se recupera muy lentamente, debido a un acuerdo en 1987; y estima que si las cosas mejora, para el 2060 se tendrá una capa de ozono similar a la de 1980.