Existen países donde acciones sencillas podrían mandar a prisión a una persona, y una de esas razones le ocurrió a Ian Trainer, un hombre de 83 años del Reino Unido, quien fue arrestado en su casa por escuchar música clásica a todo volumen.
Sin embargo, no era la primera ocasión que el abuelito, quien vivía en Merseyside incurría en esta falta, ya que desde años atrás tenía varios reportes y arrestos por la misma razón.
Para 2019, Trainer recibió la orden de un juez que le prohibía escuchar cualquier audio a más de 65 decibeles, como una charla normal.
Además, le fijaron que de las 9:00 a las 22:00 horas no podría hacerlo, pero se saltó la restricción, por lo que fue arrestado y en febrero salió de prisión.
No obstante, el 23 de noviembre volvió a incurrir en la misma falta, y estando en reclusión fue llevado al hospital carcelario, donde dejó de existir.
Respecto a las causas de su muerte, el Ministerio de Justicia del Reino Unido no ha dado explicación alguna.
De acuerdo con medios ingleses, en una de tantas detenciones, la Policía y vecinos comprobaron la contaminación auditiva en la casa, que tenían años soportando.
EL MOTIVO DEL VOLUMEN ALTO
En la última audiencia que el octogenario sostuvo, admitió que escuchaba la música a todo volumen; sin embargo, contó que a inicios de año sufrió un resfriado y debido a ello perdió la audición y tampoco podía usar audífonos.
Luego de conocerse la razón de su falta, varios vecinos se lamentaron por haber puesto tras las rejas a un hombre que sólo disfrutaba de la música y juzgaron a la autoridad que, sabiendo la causa no trataron su problema.
Además, señalaron que nunca le enviaron al ancianito a algún terapeuta para conocer la razón de su escucha de música a tan alto volumen.
No obstante, hay otros que consideraron correcto el actuar de la autoridad, pues era un hombre al que no le importaban las normas y molestar a los demás.