Coldplay no tiene planes de abandonar una de sus tradiciones más queridas: la famosa Kisscam. Durante su reciente concierto en Kingston upon Hull, Chris Martin abordó con humor y determinación la controversia que ha girado en torno a esta dinámica tras un momento viral en uno de sus shows.
"Llevamos mucho tiempo haciendo esto... Si la vida te da limones, hay que hacer limonada. Así que vamos a seguir haciéndolo porque vamos a conocer a algunos de ustedes", expresó Martin ante miles de asistentes.
LA POLÉMICA EN BOSTON: EL MOMENTO QUE DESATÓ EL DEBATE
El 16 de julio, durante un concierto en Boston, la Kisscam captó a Andy Byron, CEO de Astronomer, y a Kristin Cabot, ejecutiva de Recursos Humanos, abrazándose de manera afectuosa.
El momento fue transmitido en las pantallas gigantes del estadio, se viralizó en redes sociales y rápidamente tuvo consecuencias: Byron fue suspendido y Cabot dejó su cargo poco después.
El escándalo encendió un debate en línea sobre privacidad, exposición pública y dinámicas de entretenimiento en eventos masivos. Sin embargo, Coldplay decidió mantener la Kisscam como parte esencial de su espectáculo en vivo.

UNA TRADICIÓN QUE CONECTA CON EL PÚBLICO
A pesar de las críticas, la banda británica se mantiene firme en su decisión. Para Chris Martin, la Kisscam no solo es una tradición, sino una forma de conexión con sus fans.
"Vamos a seguir haciéndolo. Es parte de la magia que compartimos en cada concierto", insistió el vocalista.
Con esta postura, Coldplay deja claro que, a pesar de la controversia, el objetivo es crear momentos memorables con su audiencia, defendiendo el espíritu festivo y participativo de sus presentaciones.