El Hijo del Santo está atravesando un momento que marca profundamente la historia de la lucha libre mexicana. Tras 43 años de carrera, el heredero del Enmascarado de Plata se prepara para despedirse definitivamente del ring, un escenario que lo vio crecer, caer, levantarse y convertirse en uno de los rostros más emblemáticos del deporte espectáculo. Su retiro no solo implica el final de una etapa profesional, sino el cierre de un legado cultural que ha acompañado a varias generaciones.
En una conversación cargada de nostalgia y gratitud, el luchador compartió cómo vive esta cuenta regresiva hacia su última batalla, un episodio que tendrá lugar el 13 de diciembre en el Palacio de los Deportes. Por primera vez, abre su corazón y reflexiona sobre lo que significa quitarse la máscara y dejar el ring mientras aún goza de buena salud.
EL MOMENTO EN QUE SUPO QUE DEBÍA DESPEDIRSE
El luchador recuerda que la lesión que sufrió en 2013 fue el primer aviso. Un daño en las vértebras cervicales lo obligó a detener su carrera durante más de un año. Aunque regresó con fuerza en 2015, aquella pausa quedó marcada como un recordatorio de que el cuerpo tiene límites. Tras casi una década madurando la idea, decidió que 2025 sería el año definitivo para cerrar su trayectoria.
La gira de despedida comenzó en 2024 y, con cada fecha, el sentimiento de final se hace más presente: la emoción del público, su característico grito de "¡Santo, Santo, Santo!", y la energía de subir al ring se viven ahora con una mezcla de alegría y tristeza.
LA ÚLTIMA VEZ ARRIBA DE UN RING
Conforme la fecha se acerca, El Hijo del Santo confiesa que el adiós se siente más real y más doloroso. Lo que más extrañará será la cercanía con la gente, las reacciones, la intensidad del combate y la magia de estar en la lona. Aun así, dice sentirse en paz porque se marcha en plenitud física y por decisión propia, no obligado por una lesión o un momento difícil.
La despedida de El Hijo del Santo será el 13 de diciembre en el Palacio de los Deportes, una noche en la que México verá por última vez al Enmascarado de Plata heredado subir a un ring. Un momento que quedará grabado en la memoria de miles de aficionados y que marcará el final de una era dorada para la lucha libre.
EL LEGADO DEL ENMASCARADO DE PLATA
Para él, uno de los motores más grandes de su carrera fue honrar a su padre, Santo el Enmascarado de Plata. Reconoce que cumplir con ese legado fue un reto constante, pero también una oportunidad única que lo obligó a ser disciplinado, respetuoso y protector del personaje. Hoy siente que su padre estaría orgulloso de su trayectoria y de que haya elegido retirarse en un momento adecuado y con la frente en alto.
Aunque se muestra humilde al hablar de sus contribuciones, reconoce que quizá su mayor aportación fue mantener vivo y vigente el personaje del Santo durante más de cuatro décadas. No se trató solo de portar una máscara, sino de defender la identidad de uno de los iconos más grandes del deporte mexicano.
LA MÁSCARA Y LA CAPA DEL ADIÓS
Para su última lucha ya tiene preparada una máscara completamente nueva, la que portará por primera y última vez ese día. En cuanto a la capa, confiesa que probablemente utilice una que tiene la imagen de la Virgen de Guadalupe, una pieza significativa que conecta con sus padres y con su propia historia.
LO QUE VIENE DESPUÉS DEL RETIRO
Alejarse del ring no significa retirarse de la vida pública. El Hijo del Santo planea continuar con conferencias, avanzar en la bioserie de su padre, publicar un libro y trabajar en nuevos proyectos personales. También quiere abrir al público el museo que hoy mantiene como espacio privado, donde guarda máscaras, vestuarios, trofeos y objetos históricos que forman parte del linaje del Santo.
Su carrera le dejó muchas lecciones sobre fortaleza, autonomía y resistencia. Reconoce que no siempre fue fácil y que en ocasiones tuvo que luchar también fuera del ring para ser valorado y respetado. Sin embargo, cada caída le enseñó algo y le permitió construir la versión de sí mismo que hoy se despide del cuadrilátero.
EL RELEVO GENERACIONAL ESTÁ ASEGURADO
La historia del Santo continuará. Su hijo, Santo Junior, ya avanza con paso firme en su propia carrera y será el encargado de mantener vivo el legado familiar. El Hijo del Santo dice sentirse orgulloso y seguro de que su heredero dará continuidad al personaje con respeto y pasión.




