VIDEO | Abarrotes Mina, una joya del antiguo Cajeme ubicado en "Plano Oriente"
Por casi seis décadas el negocio funcionó siendo uno de los más longevos de la colonia Benito Juárez, el cual se distinguía por la venta de petróleo.
La fachada renovada resguarda la pintura que dio identidad al domicilio marcado con el número 257, pues la nueva capa de color café cubre la tonalidad de rojo y blanco que perduró por casi 60 años cuando la vivienda operó como abarrote “Mina”.
La venta de petróleo era el distintivo del establecimiento, pues era el único negocio de su tipo en toda la colonia Benito Juárez, que vendía el llamado oro negro.
Noticia Relacionada
ABRIÓ SUS PUERTAS
Ubicado en la calle Plutarco Elías Calles, entre Mina y Allende, conocido de manera popular como “Plano Oriente”, el negocio surgió en el año de 1962.
El señor Manuel Acosta de oficio chofer, tuvo la idea de generar un ingreso extra, por lo que la parte principal del hogar donde vivía lo habilitó como tienda. Su esposa, la señora Herminia Gómez le ayudó a atenderla, quien años antes se había desempeñado como maestra en la Primaria Presidente Alemán en Ciudad Obregón.
El trato ameno, amable y cálido de doña Herminia y de su esposo Manuel, hicieron que el abarrote nombrado “Mina” se convirtiera en un lugar frecuentado por vecinos del sector.
ILUMINARON LAS VIVIENDAS
En aquellos años algunas calles ubicadas en tal zona no contaban con servicio de energía eléctrica, por lo que la gente compraba petróleo que después colocaban en lámparas que encendían para poder ver cuando oscurecía.
Según habitantes de referida área, el litro de petróleo costaba 16 pesos, un producto que tenía doña Herminia en un tambo de 200 litros de donde sustraía el líquido y lo despachaba a los clientes, los cuales acudían con sus respectivos recipientes.
RECOGÍA CORRESPONDENCIA
Enfrente de la tienda se encontraba un buzón, en el cual las personas depositaban cartas. La correspondencia era sacada por empleados de correos de México y entregadas a sus destinatarios, siendo el buzón una conexión que encerró múltiples emociones, pues el contenido incluía textos de amor dirigidos a damas que buscaban conquistar a través de palabras inspiradoras. En la actualidad la estructura se conserva, siendo una pieza que genera nostalgia en la gente que colocó en su momento un escrito.
Lo que inició como un trabajo para obtener un dinero extra, se transformó en un estilo de vida para la señora Herminia Gómez. Su constancia, perseverancia y disciplina hicieron que el abarrote “Mina” fuera un negocio de tradición en la zona.
Al fallecer su marido, doña Herminia continuó con el negocio, pues era algo que le recordaba a su compañero de vida. Su piel arrugada era notoria, pero su amabilidad seguía intacta.
La gente de los alrededores creció con el abarrote “Mina”, pues ahí realizaban sus compras, desde leche, pan y productos de la canasta básica, incluso en su momento cuando se permitía, doña Herminia obtuvo licencia para vender cerveza. El envase de vidrio era envuelto en papel periódico y ofrecido al publicó, un producto que tenía mucha demanda sobre todo en verano.
LLEGA A SU FIN
Al rebasar los 80 años doña Herminia murió, lo que provocó que el abarrote “Mina” cerrara sus puertas, dejando con ello recuerdos imborrables en las personas que se convirtieron en sus clientes.
El sitio regresó a ser vivienda, la cual es habitada por una hija de la pareja que fue conformada por doña Herminia y el señor Manuel, quienes con su sentido humano se ganaron el cariño de la gente.
De esta manera hablar del abarrote “Mina” es referirse a un lugar lleno de historia, calidez y tradición en el “Plano Oriente”, un negocio que se distinguió por vender petróleo y despachar el huevo y pan cubiertos de papel periódico.