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Ciudad Obregón

Toda una vida: “Marquito” un conserje admirable dice adiós tras 30 años de servicio

Con esmero y compromiso convirtió la primaria Humberto Ochoa Martínez en un centro escolar pulcro que hasta en vacaciones acudió a asear y cuidar

Toda una vida: “Marquito” un conserje admirable dice adiós tras 30 años de servicio

Marco Antonio Ochoa Valenzuela es un conserje admirable que por 30 años ha desempeñado su labor con esmero, dedicación, compromiso y amor a su trabajo.

“Es un ejemplo de compromiso. En mis siete años que tengo al frente de la escuela nunca ha faltado, ni pedido permiso”, comentó Librada Amada Acuña Valenzuela, directora de la Escuela Primaria Humberto Ochoa Martínez, institución educativa que se ubica en la colonia Sóstenes Valenzuela Miller, asentamiento humano que se ubica al sur de Ciudad Obregón y que se conoce de manera popular como “410”.

COMIENZA SU LABOR

En el año de 1993, “Marquito”, como lo nombran, llegó al plantel que con el paso del tiempo se convirtió en su segundo hogar, el cual cuida, limpia y mantiene siempre pulcro, algo que brinda un escenario óptimo para los alumnos.

Generaciones de estudiantes han pasado por la institución y “Marquito” sigue firme, mostrando una actitud de servicio admirable que reconocen tanto el personal, como la comunidad.

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RECONOCIMIENTO

Como todos los días, “Maquito” llegó puntal a la escuela, pero el ambiente en está ocasión fue diferente, uno lleno de emoción y nostalgia, pues luego de tres décadas de ardua labor cumplió con su tiempo para su jubilación.

Los maestros exhortaron a la población estudiantil a realizar una aportación, algo que las madres y padres de familia no dudaron en sumar y “Marquito” recibió un gran obsequio económico que lo llenó de alegría; además, se le entregó un reconocimiento por parte de la directora.

DEJARÁ HUELLA

No hay plazo que no se llegue y eso la sabe “Marquito” que, tras cumplir con su periodo, partirá del plantel al cual entregó su vida, pues en sus días de descanso y en pandemia siempre estuvo al pendiente y nunca abandonó sus labores, factor que fue esencial para que la primaria estuviera en óptimas condiciones cuando las autoridades dieron luz verde para que regresaran las clases en los centros escolares.

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TRASCENDIÓ GENERACIONES

En sus años de conserje, “Maquito” ha visto desfilar a miles de alumnos, algunos de ellos regresan al plantel ahora como padres o madres de familia a dejar a sus hijos o nietos.

“Yo llevaba a mi hija, ahora mi hija lleva a mi nieta, ‘Marquito’ es un gran conserje, muy respetuoso y cumplido, por eso la gente lo quiere mucho”, expresó Teresa Núñez, vecina del sector.

DICE ADIÓS

De esta manera, “Maquito” dejará la escoba, el trapeador y las herramientas que por años utilizó para embellecer la Escuela Primaria Humberto Ochoa Martínez, pero su esencia y recuerdos seguirán vigentes entre alumnos y personal docente y administrativo, pues su imagen perdurará, ya que fue un conserje entregado a su oficio que por 30 años cumplióa cabalidad.

Y no sólo eso, pues siempre dio el extra por el plantel; es por ello que la comunidad lo extrañará, pero es tiempo que “Maquito” tome un receso que lo tiene muy merecido.

“Ya sólo vendré unos días más y ya, a descansar. No sé si seguiré trabajando en otro lugar”, compartió con una sonrisa en el rostro “Marquito”, para quien será difícil dejar su rutina, pues por tres décadas se entregó plenamente al centro escolar que lo recibió con los brazos abiertos y le dirá adiós, agradeciendo su compromiso, constancia y perseverancia; sin duda un personaje admirable que marcará un antes y un después en la primaria Humberto Ochoa Martínez.