Para evitar que haya más materia fecal, socio de Amvepess, recomienda una serie de medidas dirigidas a la población en general
Por: Ana Jusaino
Además del daño ambiental que provoca la media tonelada diaria de heces fecales de perro en el municipio, de acuerdo al número de habitantes de Cajeme, los desechos pueden provocar enfermedades como: rickettsia, informó Marco Antonio Valdez Zuñiga.
El socio de la Asociación de Médicos Veterinarios Especializados en Pequeños Especies del Sur de Sonora (Amvepess), detalló que por cada ciudadano en promedio se calcula la existencia de cuatro perros y cada uno de ellos produce 300 gramos de materia fecal.
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Y mientras los caninos salen a defecar a las calles, dijo que pueden adquirir garrapatas transmisoras de la fiebre manchada.
Especificó que los mencionados ácaros se albergan en la tierra, más aún en terrenos fértiles de la región, donde antes hubo mayor actividad agrícola y ganadera, dijo.
“Todavía tenemos ese problema muy grande que todavía representa un foco para la salud pública de los habitantes porque pues ahí van bacterias, ahí van parásitos, de todo lo que nos podamos imaginar, pero el problema no termina ahí, sino que también se habla de una rickettsiosis”, expuso.
Valdez Zuñiga, dijo que las garrapatas incrustadas en los perros pueden arrojar los huevecillos en la tierra, para después reproducirse e infectar a otros animales que se acerquen a esa zona.
“Si no tenemos la precaución de estar fumigando, de estar controlando. Ahorita ya hay muchos productos que se pueden estar utilizar para las mascotas, de todos los niveles económicos”, comentó
“Si hablamos de sanidad, de control de heces fecales, necesitamos que la gente tome conciencia de que no pueden dejar libres a los animalitos para que hagan sus necesidades fuera de su casa; primero porque es un problema de salud pública y segunda porque se pueden traer paracitos a su casa como la pulga o garrapata, que es la que puede transmitir la rickettsiosis”, concluyó.
De acuerdo al veterinario, Valdez Zuñiga, una manera de evitar la sobrepoblación canina es esterilizar a las mascotas callejeras, (no solo a las que tienen dueño), para después pasar a soltarlas.