Obispo: el termómetro de la Navidad debe ser el amor
Al iniciar el tiempo de Adviento Felipe Pozos Lorenzini llamó a evitar un tiempo de consumismo
Invitó a que cada persona haga un análisis de los vicios, embriagueces y preocupaciones que en muchas ocasiones entorpecen la mente.El tiempo de adviento, que la Iglesia Católica inició este domingo, deber ser un periodo de preparación y oración, pero también días de reflexión personal sobre lo que cada quien puede cambiar o mejorar en su vida, mencionó Felipe Pozos Lorenzini.
El obispo de la Diócesis de Ciudad Obregón dijo que los católicos en su fe creen en la segunda venida de Jesús y que estos días previos a la Navidad son la oportunidad para prepararse de forma espiritual, más que preocuparse por cosas materiales.
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Invitó a que cada persona haga un análisis de los vicios, embriagueces y preocupaciones que en muchas ocasiones entorpecen la mente y no permiten visualizar el verdadero significado de estos días en los que se celebra nuevamente que Jesús nació y se hizo hombre como todos los demás.
"Como lo ha invitado el Papa Francisco, la Navidad no debe ser un periodo de consumismo, de preocupaciones por qué vamos regalar o en qué se va a gastar el aguinaldo. Cuidado con una Navidad de consumismo, las navidades austeras pueden ser las más felices", enfatizó.
En ese sentido, el termómetro de la Navidad está en el amor, dijo, pues es mediante obras de caridad como se puede llevar a cabo una preparación adecuada para estos días que la iglesia considera como "tiempos fuertes", de ahí el hecho de los cambios en la liturgia.
UN LÁPIZ CON BORRADOR
El obispo contó la historia de los niños de Estación Oroz, una comunidad del municipio de Guaymas donde jóvenes integrantes del grupo Sigma llevarán una posada el próximo 21 de diciembre.
En semanas anteriores se visitó a los niños de esa comunidad y se les pidió que elaboraran una carta al Niño Dios pidiendo algún regalo para buscar padrinos que ayudara a cumplir esos deseos.
Al abrir las cartas se llevaron una sorpresa pues las peticiones de los niños fueron de lo más humildes ya que iban desde una pizza, hasta despensa y otras cosas sencillas. Sin embargo, llamó la atención el hecho de que una menor pidió únicamente un lápiz con borrador.
Felipe Pozos ejemplificó la forma como algunas personas tienden a ser felices o encontrar la felicidad en cosas bastante sencillas, mientras que otros se preocupan demasiado por la ropa, la comida y los regalos, más que por velar y orar previo a la Navidad.
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