Feria del Trigo en Cajeme: un evento que otorgó brillo al “Plano Oriente”
La fiesta popular ofrecía un ambiente colorido lo que hizo que se convirtiera en un espectáculo muy esperado cada añoLa fiesta popular ofrecía un ambiente colorido lo que hizo que se convirtiera en un espectáculo muy esperado cada año
Una fiesta proveniente de una cosecha imponente que otorgó identidad y reconocimiento al Valle del Yaqui, dio vida, alegría, color y satisfacción al “Plano Oriente”, nombre popular con el que se conoce a la colonia Benito Juárez, primer asentamiento humando que surgió en Ciudad Obregón.
A finales de la década de los cincuenta en citado sector que se erigió en los campos fértiles de cultivo pertenecientes al ejido Cajeme floreció un evento popular entre la gente, el cual fue denominado la Feria del Trigo en honor al cereal que ofreció el sustento a miles de familias.
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UBICACIÓN DE LA FERIA
El cuadrante que comprende la calle Cárdenas, Cuauhtémoc, Callejón Independencia y Mina fue el lugar donde se desató la algarabía, esa que era alimentada por una fiesta pueblerina que generaba apegó por una tierra fructífera que ofrecía desarrollo a la región.
La magia de un circo ofrecía alegría a chicos y grandes, juegos mecánicos llenos de luces deslumbraban la imaginación de los presentes que se adentraban a un mundo plagado de diversión, imaginación y entretenimiento.
AMBIENTE CON CONDIMENTO
Aguas frescas y antojitos mexicanos eran el deleite de los asistentes, la convocatoria era nutrida, pues no solo acudía gente del “Plano Oriente”, sino de otros sectores del municipio de Cajeme.
La Feria del Trigo se organizaba una vez al año en el mes de mayo después de levantar la cosecha. De acuerdo a personas que en su momento le tocó asistir había corridas de toros, carreras de caballos, música y todo lo referente a una feria.
ENTRE MÚSICA Y ROMÁNTICISMO
Grupos de la localidad como los Lizardy amenizaban y ofrecían un espectáculo que invitaban a bailar a los presentes. La Feria del Trigo encerró un sinfín de sentimientos, parejitas que asistían y caminaban tomados de la mano reforzaban su aprecio y en muchos casos ese romance se cristalizó en una unión para toda la vida, pues al asistir a la Feria del Trigo encontraron el lugar ideal para formalizar su relación.
Con los años la Feria acortó su espacio al recorrerse a la calle Cárdenas y Callejón Independencia entre Allende y Mina.
CORONABAN LA BELLEZA
En cada edición la feria del trigo se engalanaba con la presencia de bellas damas que proyectaban el encanto de las mujeres de la región. Durante el evento se elegía a la reina de la feria, lo cual era un momento que desataba la algarabía del publicó y brindaba una gran satisfacción a la mujer que era elegida para portar la corona.
Entre los atractivos se encontraba un faquir, el cual era conocido con el apodo del “Molop”, quien demostraba "sus poderes" al ser enterrado y sobrevivir al encierro, incluso cuentan las personas que en su momento les tocó asistir a la feria donde permanecía días bajo la tierra.
LLEGA A SU FIN
A principios de los 80´s la Feria del Trigo vivió sus últimas ediciones hasta que desapareció al haber un distanciamiento entre el comité organizador, lo que se tradujo en la “sequía” del evento.
En la memoria de quienes en alguna ocasión asistieron, perduran anécdotas que alimentan la nostalgia, pues los hace recordar instantes llenos de jubiló que otorgó la Feria del Trigo.
En la actualidad recorrer el sitio y pisar donde se instalaban los juegos mecánicos, puestos de comida, un circo y distintos atractivos es adentrarse a un lugar en donde se desató la diversión, aventura y alegría en su máxima expresión.