Radiofrecuencias que cambian vidas
Los ejemplares del Delfinario ubicado en Guaymas, así como su personal, han sido pieza clave para la mejora cognitiva de cientos de personas
Mauricio, de más de 30 años; Tana, de 26, y la pequeña Mohana, de seis años, son los amigables delfines encargados de emitir radiofrecuencias a cientos de personas con discapacidad en el Delfinario Sonora, ubicado en el municipio de Guaymas.
La delfinoterapia, de acuerdo a los terapeutas, fisioterapeutas y entrenadores de los ejemplares, ayuda a la estimulación cognitiva, física, emocional, e incluso mejora las habilidades sociales.
Noticia Relacionada
Y por amor hacia sus hijos en condición de autismo, déficit de atención, síndrome de Down, discapacidad motriz, parálisis cerebral, entre otras condiciones, las mamás y papás han podido ser testigo fiel de los cambios positivos en sus familiares.
Karen Jazmín Zazueta Tamayo, habitante de la colonia Nueva Palmira, en Ciudad Obregón, hizo un viaje hacia el Delfinario Sonora, luego de que el año pasado pudo observar una mejor calidad de vida en su hijo de nueve años de edad.
"Mi hijo es autista, pero no tenía convivencia con los niños, ahora ya juega, estudia, duerme mejor, es más sociable; mi hijo le perdió el miedo al agua, le tenía pánico al agua. La experiencia es hermosa, los animales son fantásticos, los entrenadores, mis respetos, tienen muy buen 'don de gente', saben tratar a los niños, tienen mucha paciencia", expresó.
LAS INSTALACIONES
Al llegar a las instalaciones del Delfinario Sonora se respira un ambiente de confianza, donde todo su personal tiene el firme objetivo de brindar la mejor atención, tanto a los pacientes, como a los padres y madres de familia.
Para que el lugar siga estando en buenas condiciones, antes de ingresar al área donde se encuentran los delfines, el personal da una serie de indicaciones para mantener la limpieza y evitar que los animales acuáticos consuman algún producto que pueda dañarlos.
LA DELFINOTERAPIA
Una vez que se entra al área donde se encuentra el trío de delfines, se escucha música ambiental de fondo, misma que brinda un ambiente de tranquilidad y relajación.
Es ahí donde los terapeutas y fisioterapeutas comienzan a trabajar en sinergia para sumergir a los pacientes a la alberca, mientras que los entrenadores se encuentran al lado de los animalitos acuáticos.
Luego comienza la magia, pues cada uno de los ejemplares comienza a emitir aproximadamente tres mil sonidos, entre ellos chasquidos y vocalizaciones, de los cuales se estima que 300 llegan al sistema nervioso de las personas.
Arely Villaseñor Aguilar, coordinadora y fisioterapeuta del Delfinario Sonora, indicó que las mejores maneras de realizar la terapia, es colocar a la persona boca arriba con las orejas sumergidas en el agua para que después, el delfín envié las radiofrecuencias al tener contacto con la cabeza de los pacientes.
Otra posición correcta, dijo, es sentar al niño o adulto para que el hocico del delfín pueda tocar las manos y/o pies, dependiendo del paciente, dado que en ocasiones tardan en adaptarse a las terapias, mientras que otros se familiarizan con los ejemplares de inmediato.
"El caso que tengo más grabado, es de un paciente que tenía cuatro años sin hablar y de pronto en una de las sesiones empezó a decir el nombre del delfín, que en este caso sería al nombre del delfín ´Mohana´. Fue algo muy impactante", expresó.
"Nosotros brindamos las terapias asistidas con delfines y brindamos nados especiales; las terapias constan de cuatro sesiones con el delfín, se realizan en dos días y cada sesión dura de 20 a 25 minutos", precisó.
David Santana Páez, terapeuta, destacó que la mayoría de los beneficios de la delfinoterapia van enfocados a problemas neurológicos como ansiedad, depresión, déficit de atención, autismo e hiperactividad.
"Por ejemplo, si hay un paciente que tiene un problema en el desarrollo del lenguaje, los pacientes comienzan a decir palabras, comienzan a balbucear un poco más; también tienen mayor regulación del sueño. Hay niños que no dormían durante la noche a menos de que ellos estén medicados, entonces después de venir a delfinoterapia tienen un ciclo más regular", abundó.
SU PACIENCIA
Y aunque los terapeutas tienen un amplio conocimiento académico y vocación de servir, Santana Páez destacó que conforme al trato directo con las personas van adquiriendo más inteligencia y amor para tratarlas.
"Es más que nada bajo la práctica, a uno en la escuela, en la universidad nos enseñan a tratar con niños, qué es un niño autista, qué es un niño con déficit de atención, qué es un niño con hiperactividad, pero ya tenerlo en la práctica es diferente, por ejemplo, si es un niño muy hiperactivo que no tolera el contacto con el delfín, pues tú tienes que ideártelas para poder relacionarlo y que la terapia tenga provecho", opinó.
"Siento que puedo contribuir en algo con la sociedad y eso me ayuda, a poder decir: 'Oigan vénganse todos, aquí a todos los podemos ayudar'. Uno como fisioterapeuta siempre va a buscar el bienestar de sus pacientes y cuando uno logra que avancen un peldaño, se siente muy bonito, se siente una satisfacción muy grande", añadió.
EL DELFINARIO
Nora Judith Valenzuela Peña, encargada de llevar las riendas del Delfinario Sonora, en Guaymas, destacó que desde la creación del inmueble el 11 de octubre de 2006, la finalidad del mismo ha sido en beneficio de las personas en condición autista, problemas psicomotores, entre otros.
Y aunque la directora general especificó que una terapia particular conformada por cuatro sesiones, tiene un costo de 14 mil pesos para los ciudadanos de Sonora, y 17 mil pesos para foráneos, existe la posibilidad de que los habitantes de la Entidad que lo requieran puedan ser becados a través del DIF, ubicado en su respectivo municipio.
"En la terapia asistida con delfines se le agenda en las fechas en donde se les puede otorgar y aquí está el terapeuta y el instructor para poder dar esta terapia", expuso.
Valenzuela Peña precisó que la página de Facebook: Delfinario Sonora, también puede servir como vínculo para estar al tanto de las convocatorias de delfinoterapia, así como la línea telefónica 662 2979 761.