El propulsor realizó un amerizaje controlado en el Golfo de México al no cumplir con los criterios para un aterrizaje asistido por la torre
Por: César Omar Leyva
Elon Musk continúa avanzando en sus aspiraciones de explorar la Luna y Marte con otro lanzamiento de la nave Starship de SpaceX. En su sexta misión, la nave despegó con una peculiaridad: un plátano de peluche en la bahía de carga, utilizado como indicador de gravedad cero.
Aunque en el quinto vuelo la nave había aterrizado con éxito, este despegue trajo un cambio inesperado: SpaceX optó por no capturar el cohete con los brazos de la torre de lanzamiento.
El propulsor Super Heavy, que constituye la primera etapa de Starship, realizó un amerizaje controlado en el Golfo de México al no cumplir con los criterios para un aterrizaje asistido por la torre. Esta es la estrategia predeterminada para el vehículo y solo se intenta el uso de la torre cuando las condiciones son ideales.
Tras la separación de las etapas, la sección superior de Starship continuó en órbita, realizando pruebas clave de sus sistemas y encendiendo uno de sus motores Raptor en el espacio, un paso esencial para validar su capacidad de maniobra y retorno seguro en futuras misiones.
A diferencia de vuelos previos que culminaron con aterrizajes nocturnos, este lanzamiento en horario vespertino permitió un análisis más detallado del reingreso y el amerizaje.
OBJETIVOS A FUTURO DE LA STARSHIP
La nave Starship sigue siendo la piedra angular de los planes de SpaceX para futuras colonizaciones lunares y marcianas, además de servir a la expansión de la red satelital Starlink.
La NASA también apuesta por la nave como módulo de aterrizaje tripulado para el programa Artemis, cuya tercera misión está prevista para 2026, con el objetivo de llevar astronautas de nuevo a la Luna.