"Yo le voy al Necaxa", ¿Por qué Don Ramón repetía esta icónica frase en El Chavo del 8?

La popularidad de este programa no conoce fronteras y sin duda, uno de los personajes más queridos es el interpretado por el inigualable Ramón Valdés

"Yo le voy al Necaxa", ¿Por qué Don Ramón repetía esta icónica frase en El Chavo del 8?

El 11 de mayo de 1971 se estrenaba en las pantallas mexicanas el programa creado por Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito, El Chavo del 8 y sin duda alguna, uno de los personajes más entrañables fue Don Ramón, interpretado por el inigualable actor Ramón Valdés.

Aunque era el clásico vecino desempleado, con 14 meses de renta sin pagar al Señor Barriga, constantemente abofeteado por Doña Florinda y eternamente esquivado por el amor de la Bruja del 71, su carisma, autenticidad y particular sentido del humor lo convirtieron en un ícono de la televisión latinoamericana.

Entre sus muchas frases célebres, una se convirtió en símbolo de identidad y resistencia: "Yo le voy al Necaxa". Pero ¿cuál es el verdadero significado de este dicho que se volvió un sello en la actuación de Ramón Valdés?

DON RAMÓN Y SU AFICIÓN AL NECAXA

El Club Necaxa, fundado el 21 de agosto de 1923 en la Ciudad de México, era un equipo identificado con la clase trabajadora, pues originalmente estaba conformado por empleados de Luz y Fuerza del Centro. En sus inicios vivió una época dorada, ganando títulos de Liga y Copa en los años 30, e incluso logrando el primer "doblete" del fútbol mexicano.

Sin embargo, la historia del Necaxa dio un giro inesperado en 1971 cuando, debido a malos resultados, fue vendido por su dueño y renombrado como Atlético Español. Así desapareció el Necaxa como tal entre 1971 y 1982, justo en plena emisión de El Chavo del 8 (1971–1980).

Es en ese contexto que Don Ramón empieza a repetir con orgullo su ya mítica frase: "Yo le voy al Necaxa", una declaración que en su época tenía un peso simbólico más allá del deporte.

¿QUÉ SIGNIFICABA QUE DON RAMÓN DIJERA QUE LE IBA AL NECAXA?

En esos años, decir que se le iba al Necaxa era una especie de acto de rebeldía. Apoyar a un equipo que oficialmente ya no existía se interpretaba como una muestra de firmeza y lealtad.

Según Alex Aguinaga, figura histórica del club, Don Ramón no solo decía la frase por el guion, pues en su casa había un banderín del equipo, lo que apunta a una conexión personal auténtica.

La frase se convirtió en sinónimo de fortaleza y personalidad. Como bien explicó Aguinaga: "Lo hacía para demostrar su hombría y que sólo le gustaban los de su equipo, que no lo cambiaran de ese grupo". En una época de constantes cambios, apoyar al Necaxa era, paradójicamente, una forma de mantenerse firme.

IMPACTO CULTURAL E INTERNACIONAL DEL CHAVO DEL 8

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La popularidad de El Chavo del 8 no conoció fronteras. Emitido en decenas de países, el personaje de Don Ramón conquistó a millones con su humor, sus regaños, su humanidad... y, por supuesto, con su fidelidad al Necaxa.

La frase traspasó la pantalla, convirtiéndose en parte del lenguaje cotidiano de generaciones que nunca olvidaron al "Monchito" de la vecindad.

Incluso décadas después de la serie, la huella de Don Ramón y su famosa frase sigue viva, pues en 2023, como homenaje al personaje y su icónica lealtad, el Club Necaxa lanzó un tercer uniforme especial en su honor.

De color azul celeste y con frases como "No te doy otra nomás", "Qué pasó, qué pasó vamos ay" y, por supuesto, "Yo le voy al Necaxa", el jersey incluía también las letras "D" y "R" como tributo a Don Ramón.

EL LEGADO DE DON RAMÓN QUE TRASCIENDE GENERACIONES

Más que una frase futbolera, "Yo le voy al Necaxa" condensa la esencia de Don Ramón: leal, honesto, desafiante, pero siempre entrañable. Su influencia no solo marcó la historia de la televisión, sino también la del deporte y la cultura popular en México y América Latina.

Años después de su partida, Ramón Valdés sigue siendo, sin lugar a dudas, el fan número uno de los Rayos y uno de los personajes más queridos de nuestra infancia. Porque en el fondo, todos llevamos un poco de Don Ramón dentro... y sí, aunque no le vayamos al Necaxa, lo entendemos perfectamente.