Mayolo (o Mayeul) nació en el año 906 en Valenzola, Provenza, en el seno de una familia adinerada. Sin embargo, quedó huérfano a muy temprana edad, tras la muerte prematura de sus padres. Aunque heredó grandes riquezas, su corazón anhelaba una vida de oración y austeridad.
La invasión de los sarracenos desde España lo obligó a huir a Mâcon, donde el obispo Bernon, impresionado por su virtud, le otorgó un canonicato. Estudió en la prestigiosa escuela de Lyon y, al regresar, se dedicó a enseñar filosofía y teología. Como arcediano, su misión era repartir limosnas, pero Mayolo fue más allá, vendió sus bienes para ayudar a los más necesitados, ganándose el amor del pueblo.
LA REFORMA DE CLUNY, UN LEGADO QUE TRANSFORMÓ EUROPA
Mayolo no fue solo un hombre de caridad, sino también visionario, un reformador que sacudió los cimientos de la espiritualidad europea.
La abadía de Cluny se convirtió en un faro de esperanza para miles de creyentes, y logró influenciar la vida monástica de monasterios como Alemania, Francia e Italia.
En Francia, su reforma llegó como un viento fresco a abadías como Marmoutier, Saint-Germain d´Auxerre y Saint-Maur-des-Fossés, devolviéndoles el rigor y la pasión por lo sagrado. Pero su influencia no se detuvo allí.
SU REPUTACIÓN TRASCENDIÓ FRONTERAS
Fue convocado el emperador Otón I y la emperatriz Adelaida, para reorganizar los monasterios alemanes, mientras que el papa Benedicto VII le encomendó la reforma de Lerins. Aunque su humildad lo llevó a rechazar incluso el papado cuando Otón II se lo propuso, su impacto fue incuestionable. Mayolo demostró que la verdadera reforma no dependía de títulos, sino de una vida entregada a Dios y al prójimo, sentando las bases para el renacimiento religioso que marcaría el siglo XI.
A los 84 años, Mayolo renunció como abad y eligió a su discípulo Odilón como su sucesor. Sin embargo, su misión no había terminado, ya que el rey Hugo Capeto lo convenció de reformar la abadía de Saint-Denis en París.
En el camino, murió el 11 de mayo del 994 en Souvigny, dejando un legado imborrable en la historia de Europa. Su tumba se convirtió en lugar de peregrinación, y hoy se le recuerda como uno de los grandes santos del siglo X.
SANTOS QUE SE CELEBRAN HOY 11 DE MAYO
- San Evelio mártir
- San Mayulo de Bizacena
- San Ignacio de Láconi
- San Francisco de Jerónimo
- San Antimo de Roma
- San Iluminado de San Severino
- San Gangulfo de Varennes
- Beato Gregorio Celli
- San Gualterio de Esterp
- San Mamerto de Vienne
- San Mocio de Bizancio
- San Mateo Lê Van Gâm