¿Qué es el yoga facial y cómo puede ayudar a cuidar tu rostro? | Recomendaciones

Esta técnica se ha vuelto muy popular en las redes sociales, ya que cuenta con diferentes rutinas para cada aspecto que se busca mejorar

Por: Marcela Islas

El yoga facial es una práctica no invasiva que promete beneficios rejuvenecedores y gracias a sus múltiples ventajas, cada vez más personas están utilizando este procedimiento para brindarle al rostro una apariencia más saludable y juvenil.

Está práctica consiste en ejercicios y movimientos diseñados específicamente para los músculos del rostro" y "sus beneficios son similares a los del yoga tradicional, pero concentrados en la zona facial".

Más allá de los efectos estéticos, el yoga facial ayuda a disminuir los signos de la edad a través de la oxigenación celular, favoreciendo el drenaje de líquidos acumulados mediante la estimulación del sistema linfático.

¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DEL YOGA FACIAL?

Entre los beneficios que el yoga fácil brinda destaca que fortalece y tonifica los músculos faciales, aporta brillo y luminosidad a la piel e interviene en la absorción de los cosméticos. También contribuye a mejorar el estado físico y emocional de quienes lo practican.

Existen diversos ejercicios para cada aspecto del rostro que se busca mejorar, entre los más comunes están los que se enfocan en reducir arrugas, mejorar la circulación, favorecer el drenaje y combatir la flacidez.

EJERCICIOS PARA PRACTICAR EL YOGA FACIAL

Uno de los más populares es el método KosyidO2, el cual combina movimientos sobre los meridianos energéticos con técnicas del Kobido, un masaje japonés que estimula los puntos vitales del rostro para mejorar la circulación de la energía y la sangre. Con este método, se trabajan zonas como el contorno de ojos, el código de barras, la frente y la papada.

Para llevar a cabo esta práctica, se recomienda seguir una serie de pasos: primero, limpiar, estimular y movilizar el tejido facial; luego, aplicar una rutina base o específica según la zona y el resultado deseado; finalmente, realizar un drenaje.

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Este proceso puede llevarse a cabo con las manos o utilizando herramientas como los rodillos, siempre acompañado del sérum o aceite correspondiente.

El yoga facial puede realizarse tanto por la mañana como por la noche, y su frecuencia dependerá del tipo de ejercicio. Si se trata de una rutina básica de corta duración, se recomienda practicarla diariamente, mientras que los ejercicios más específicos y prolongados pueden realizarse dos veces por semana.

Si bien es ideal adoptar hábitos saludables desde temprana edad, se sugiere comenzar con el yoga facial a partir de los 25 años, cuando la piel comienza a perder elasticidad y firmeza debido a la ralentización en la producción de colágeno y elastina.

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