Adoptar estos hábitos en nuestra rutina permitirá que los ejercicios que realizamos tengan mejores y más efectivos resultados, brindando bienestar
Por: Marcela Islas
Uno de los propósitos más comunes al iniciar el año es ponerse en forma. Sin embargo, el ejercicio por sí solo no es suficiente, ya que debe ir acompañado de una alimentación adecuada que garantice un rendimiento óptimo y una buena recuperación.
Natxo Gómez, dietista y nutricionista, especializado en nutrición deportiva y clínica, comparte cinco pautas esenciales para quienes han decidido iniciar una rutina deportiva en 2025.
1. APORTAR ENERGÍA CON LOS ALIMENTOS ADECUADOS

El cuerpo necesita una mayor cantidad de energía cuando se realiza actividad física. Para ello, es importante consumir hidratos de carbono complejos como avena, arroz, quinoa, patata, boniato, legumbres, pasta integral y frutas. Estos alimentos proporcionan la energía necesaria para el entrenamiento y la recuperación muscular.
2. AUMENTAR LA INGESTA DE PROTEÍNAS

Las proteínas son fundamentales para la reparación y fortalecimiento muscular. Gómez recomienda distribuir su consumo a lo largo del día y no solo después del entrenamiento. Entre las mejores fuentes de proteína están las carnes magras, pescados, huevos, legumbres y lácteos. En casos específicos, se puede considerar la suplementación, siempre bajo supervisión profesional.
3. MANTENER UNA HIDRATACIÓN ADECUADA

Durante el ejercicio se pierde agua a través de la sudoración, por lo que es clave mantenerse hidratado antes, durante y después de la actividad.
Si el entrenamiento supera los 60 minutos, la reposición de líquidos es aún más importante. Una forma sencilla de comprobar si se está bien hidratado es observar el color de la orina: cuanto más clara, mejor.
4. PLANIFICAR BIEN LAS COMIDAS

El momento en que se ingieren los alimentos influye en la energía y la recuperación. Se recomienda comer entre 2 y 3 horas antes de entrenar, combinando carbohidratos, proteínas y grasas saludables.
En entrenamientos matutinos ligeros, el ayuno puede ser una opción, pero si la actividad es intensa, un snack rico en hidratos de carbono, como un plátano, dátiles o tostadas, es recomendable 45 minutos antes del ejercicio.
5. NO RECURRIR A SUPLEMENTOS SIN ASESORÍA PROFESIONAL

Muchas personas creen que por hacer ejercicio necesitan suplementos, pero Gómez aclara que lo primordial es mantener una base alimentaria adecuada. Solo si las necesidades específicas del individuo lo requieren, y siempre bajo la guía de un profesional, se pueden valorar opciones de suplementación.
Adoptar estos hábitos en nuestra rutina permitirá que el ejercicio sea más efectivo y que los beneficios del entrenamiento se maximicen, garantizando un mejor rendimiento y una recuperación óptima.