¿Los refrescos light te hacen comer más? Esto dice la ciencia

Investigación revela cómo los edulcorantes artificiales como la sucralosa podrían estar alterando la forma en que el cerebro regula el apetito

Expertos sugieren su reemplazo por agua natural o carbonatada con sabores naturales.
Expertos sugieren su reemplazo por agua natural o carbonatada con sabores naturales.

Aunque los refrescos light se promocionan como una alternativa más saludable para quienes buscan perder peso o reducir su consumo de azúcar, investigaciones recientes sugieren que podrían estar generando el efecto contrario.

De acuerdo con un artículo de National Geographic, los edulcorantes artificiales como la sucralosa podrían estar alterando la forma en que el cerebro regula el apetito.

Millones de personas consumen estas bebidas diariamente con la intención de controlar su peso, pero diversos estudios muestran que los endulzantes sin calorías pueden confundir al cerebro. La sucralosa, por ejemplo, activa regiones cerebrales asociadas al hambre, lo cual podría aumentar el apetito en lugar de reducirlo.

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ASÍ ACTÚA LA SUCRALOSA

En un experimento dirigido por la endocrinóloga Kathleen Page, se observó mediante resonancias magnéticas que la sucralosa incrementa el flujo sanguíneo al hipotálamo (centro de control del hambre), a diferencia del azúcar, que lo reduce.

Además, a diferencia del azúcar, estos edulcorantes no provocan la liberación de hormonas como la insulina o el GLP-1, asociadas a la sensación de saciedad.

Una posible explicación es la "desconexión" entre sabor y nutrición. Al recibir un sabor dulce sin las calorías esperadas, el cerebro sigue buscando nutrientes, lo que podría estimular el apetito.

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RECOMIENDAN MODERAR O EVITAR SU CONSUMO 

Aunque la relación directa entre el consumo de edulcorantes artificiales y el aumento de peso no está completamente confirmada, varios estudios a largo plazo los han asociado con un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y acumulación de grasa corporal.

Por esta razón, organismos como la Organización Mundial de la Salud han advertido sobre su uso como herramienta para controlar el peso.

Expertos como Dana Small y Kathleen Page recomiendan moderar o evitar estas bebidas, sobre todo en personas con diabetes. Como alternativa, sugieren optar por agua natural o carbonatada con sabores naturales.

La evidencia acumulada apunta a que los edulcorantes artificiales no son tan inofensivos como se pensaba. Tal vez no engorden directamente, pero podrían estar estimulando hábitos alimenticios que sí lo hacen.