En la historia de los videojuegos, la innovación ha sido una constante. Desde los controles clásicos de Atari hasta los modernos mandos con sensores de movimiento, la industria siempre ha buscado nuevas formas de interacción.
Sin embargo, en ese camino creativo, también han surgido algunos periféricos que, aunque fueron adelantados a su tiempo o simplemente demasiado extraños, quedaron grabados en la memoria colectiva de los jugadores. Estos son algunos de los periféricos retro más curiosos que intentaron, sin mucho éxito, revolucionar la forma de jugar.
LOS PERIFÉRICOS RETRO MÁS EXTRAÑOS
Power Glove de Nintendo
Lanzado a finales de los años 80, este guante prometía controlar los juegos con movimientos de la mano. La idea sonaba futurista, pero en la práctica, era difícil de calibrar y poco preciso. Aun así, muchos lo recuerdan con cariño por su audaz propuesta y su diseño sacado de una película de ciencia ficción.

Sega Activator
Un dispositivo octagonal que se colocaba en el suelo y detectaba los movimientos del jugador. Pensado para juegos de lucha, la experiencia distaba mucho de ser precisa o divertida. Aunque su tecnología era rudimentaria, sentó algunas bases para los controles de movimiento que llegarían décadas después.

Konami LaserScope
Un casco con mira láser y micrófono incorporado, diseñado para usarse con el NES Zapper. La idea era que el jugador pudiera disparar diciendo "fire" en voz alta. El problema era que cualquier sonido podía activarlo, lo que terminaba por arruinar la experiencia. Aun así, fue un experimento valiente en el uso del reconocimiento de voz en videojuegos.

Nintendo R.O.B. (Robot Operating Buddy)
Fue uno de los intentos más ambiciosos por integrar robótica al entretenimiento casero. Este robot respondía a señales ópticas de la pantalla y podía interactuar con algunos juegos. El concepto era emocionante, pero su lentitud y la escasa compatibilidad con títulos lo relegaron rápidamente al olvido.

Namco NeGcon
Un control con forma de boomerang que podía girarse en el centro para simular el giro de un volante. Fue bien recibido por algunos fanáticos de los juegos de carreras, pero su aspecto inusual y la falta de compatibilidad con más títulos lo condenaron a ser una rareza de colección.
